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Las emergencias y desastres naturales no solo impactan a las personas, también comprometen la seguridad y bienestar de las mascotas. Según Silvia Coto Mora, presidenta del Colegio de Médicos Veterinarios de Costa Rica (Colvet), la preparación ante estos eventos debe incluir a los animales de compañía como parte integral de los planes de emergencia. A continuación, se comparten recomendaciones clave basadas en la entrevista concedida a La Nación.
Responsabilidades de tener una mascota
Tener una mascota implica más que brindarle cariño. Coto Mora destaca que existen cinco pilares fundamentales en el bienestar animal: nutrición, salud, alojamiento, conducta y bienestar mental. Cada uno de estos debe ser atendido para garantizar una vida digna para los animales. Además, es esencial cumplir con la legislación vigente, la cual exige vacunaciones como la de la rabia, que debe aplicarse anualmente.
Preparación para desastres naturales
Es crucial saber si se vive en una zona de riesgo y tener un plan de evacuación que incluya a las mascotas. Si el animal requiere medicación regular, se debe preparar un botiquín con los medicamentos necesarios, además de agua, comida y una manta. La identificación de la mascota es clave para su pronta recuperación en caso de extravío, por lo que se recomienda que lleven un collar con placa o microchip.
Cuidados de las mascotas en zonas urbanas y rurales
Las medidas preventivas varían según el tipo de desastre natural. En caso de inundaciones, es importante que las mascotas no estén amarradas, ya que esto podría ponerlas en peligro si el nivel del agua aumenta. En incendios, se recomienda cubrir sus vías respiratorias con un trapo húmedo para evitar inhalar humo, una medida que también se aplica a las personas. Si ocurre un terremoto, se debe alejarlas de objetos pesados que puedan caer.
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En áreas rurales, como las fincas, los animales de producción, como vacas o caballos, deben tener acceso a zonas seguras, preferiblemente elevadas, y evitar dejarlos amarrados, lo que podría comprometer su vida en caso de inundación.
¿Qué hacer si la mascota se extravía?
Coto Mora insiste en que las mascotas deben estar siempre identificadas. En caso de extravío durante una emergencia, esta identificación facilita su rápida localización. Es importante incluir información de contacto en la placa del collar para que puedan ser devueltas a sus dueños.
¿Qué no hacer en un desastre natural?
Se debe evitar dejar a las mascotas en áreas donde puedan quedar atrapadas o expuestas a peligros. Por ejemplo, en inundaciones, dejarlas amarradas podría provocar su ahogamiento si no tienen cómo refugiarse. En incendios, la exposición directa al humo y al fuego puede ser letal, por lo que deben ser evacuadas junto con la familia.
Ayuda durante emergencias
En caso de emergencia, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) tiene enlaces locales que pueden coordinar la ayuda para las mascotas. Es importante conocer quién es el contacto en la comunidad para informar sobre la situación de los animales y recibir la asistencia adecuada.
Las mascotas, al igual que las personas, pueden experimentar estrés durante una emergencia. Este estrés puede ser provocado no solo por el entorno, sino también por la ansiedad de los dueños, a quienes las mascotas están emocionalmente vinculadas. Después de una emergencia, es recomendable que un veterinario valore al animal para asegurarse de que no presenta problemas de salud derivados del estrés.
Kit de emergencia para mascotas
Al igual que las personas, las mascotas deben contar con un kit de emergencia. Este debe incluir comida, agua, medicamentos (si los necesitan), una cobija y cualquier otro artículo que asegure su bienestar durante la evacuación.
Después de una emergencia, si la mascota se ha separado de la familia, es esencial contactar a los enlaces locales de la CNE para facilitar su localización. Una vez recuperada, la mascota debe ser valorada por un veterinario para verificar su estado de salud y brindar los cuidados necesarios.
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Coto Mora recomienda estar siempre preparados, conocer los riesgos de la zona y tener un plan de evacuación que incluya a las mascotas. Este plan debe ser revisado y practicado con la familia para garantizar una evacuación organizada y segura en caso de emergencia. Las mascotas forman parte de la familia y, por ello, deben ser incluidas en los planes de prevención. No hacerlo podría generar situaciones traumáticas para la familia, además de poner en riesgo la vida del animal. Los animales que no están controlados durante una emergencia también pueden representar un riesgo para otras personas, debido a su desorientación y miedo.
