El País

Un negocio de decenas de millones detrás de bastidores

Cada máquina les deja miles de colones

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Como exchofer y excobrador de una de las empresas distribuidoras de máquinas tragamonedas (de juegos y azar), Gabriel (*) supo lo que era recoger en una sola de las rutas bajo su responsabilidad hasta ¢300.000 en puras monedas de ¢100, guardados en los “estómagos” de lata de esos aparatos.








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