
El Tribunal Ambiental Administrativo reveló que una gran parte de las plantaciones de piñas existentes en Limón laboran sin las necesarias condiciones ambientales.
El presidente del Tribunal, José Lino Pérez, anunció que están investigando 26 denuncias contra plantaciones ubicadas en Guácimo, Guápiles y Siquirres, mayoritariamente.
“Hemos encontrado tres problemas al respecto: la posible contaminación de afluentes superficiales, la invasión de la zona de protección de cauces y cambios en el uso del suelo con la consecuente tala de árboles para extender los cultivos”, declaró Pérez.
El Tribunal planea exigir a las compañías el establecimiento de ciertas acciones. “Les obligaremos a que delimiten su área de cultivo y que respeten el espacio de las zonas protegidas, entre otras medidas”, aseguró Pérez.
La Nación intentó conocer la opinión del presidente de la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña, Abel Chaves, pero prefirió no pronunciarse.
Expansión rápida. Las denuncias contra las plantaciones fueron planteadas por diferentes agrupaciones vecinales de la zona como la Asociación de Justicia por la Naturaleza o el Foro Emaus.
Según Laura Brenes, secretaria ejecutiva del Foro Emaus, los cultivos de piñas se están expandiendo muy rápidamente por la región caribeña.
“Se planean 1.500 hectáreas más de plantaciones piñeras en las faldas de las montañas de Guápiles y Siquirres. Esta es una zona de recarga acuífera y tememos que las plantaciones lixivien contaminantes”, denunció Brenes.
El presidente del Tribunal informó de que están a la espera de un informe del Ministerio de Salud para determinar la cantidad de químicos en las aguas de la zona.
La ministra de Salud, María Luisa Ávila, adelantó que los resultados de los análisis demuestran que las cantidades de químicos se redujeron con respecto a lo analizado en 2005. “No podemos hablar de contaminación, sino de presencia de trazas de compuestos en las aguas en valores por debajo de lo que se considera tóxico para la salud”, aseguró la funcionaria.