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El fuerte oleaje en el Pacífico central provocó el cierre de puerto Caldera desde el viernes a las 6 p. m.
Los afectados son seis barcos, tres de carga a granel, dos de contenedores y uno con fruta, que siguen varados en bahía a la espera de que disminuya la resaca.
Ese fenómeno es provocado por el movimiento en retroceso de las olas después de llegar a la orilla.
Según explicó Urías Ugalde, presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (Incop), el viernes empezó el oleaje, que incluso rompió las amarras del barco granelero que estaba atracado en el puerto.
“Tuvimos que sostenerlo con los barcos remolcadores de la concesionaria SAAM, apurar la descarga y sacarlo del puerto porque amenazaba con golpear a otra embarcación”, agregó el jerarca.
Ugalde aseguró que no habían tenido reportes del Instituto Meteorológico Nacional que les advirtieran de oleaje fuerte.
El funcionario recordó que el año pasado el puerto solo estuvo cerrado un día por ese fenómeno.
Pérdidas. Cada día de atraso implica gastos adicionales de $20.000 por cada barco de las navieras y esos costos se transfieren al consumidor final.
Los graneleros vienen cargados de maíz, soya y fertilizante y el barco frutero intenta cargar piña y banano de exportación.
Así consta en el reporte en Internet de la Sociedad Portuaria de Caldera, actual operadora del puerto.
Estaba previsto que ayer a las 5 p. m. se volvieran a reunir representantes del Incop y de la Sociedad Portuaria para discutir la posible reapertura del puerto.
“Nos han dicho que las condiciones podrían mejorar al final del domingo y eso nos permitiría abrir el puerto”, declaró Ugalde ayer al mediodía.
A mediados de julio pasado el puerto también sufrió problemas de congestión, pero en aquel momento provocados por una concentración atípica de barcos graneleros.
En un solo día hubo hasta ocho naves esperando por un puesto en el puerto.
Ayer, al cierre de edición, el puerto permanecía cerrado.
