Los motores y las pitoretas de carros, motos, buses y camiones tienen sorda a la capital.
El escándalo aturde y enferma a vendedores ambulantes, comerciantes, policías y todo aquel transeúnte que no tiene otro camino que exponerse a esos sonidos.
Para ellos no será raro perder agudeza auditiva, tener alteración del estado de ánimo, irritabilidad, insomnio y dolores de cabeza, aseguró Manuel Rojas Oreamuno, especialista en Medicina Interna.
La bulla aumenta durante las horas pico, principalmente en los sectores de mayor congestionamiento vehicular, aunque también las industrias y actividades comerciales tienen su cuota en esta alteración de la tranquilidad.
Los lugares más críticos son las inmediaciones del Hospital San Juan de Dios, en el paseo Colón, donde hay hasta 88,5 decibeles (dB), y las cercanías de la antigua Botica Solera, con 88,4 dB.
El límite recomendado por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos es de 68 dB entre las 6 a. m. y 10 p. m., destacó Jorge Herrera, del Laboratorio de Análisis Ambiental de la Universidad Nacional (UNA).
El Laboratorio hizo el estudio que evidenció el alto nivel de sonido, al punto que en 21 de 32 lugares revisados se supera esa norma.
“A partir de estos resultados, la UNA y la Municipalidad de San José elaborarán planes de gestión e intervención para reducir el nivel de contaminación ambiental”, expresó Herrera.
Otros sitios en la lista de exceso de bulla son la parada de Busetas Heredianas, las cercanías del edificio Numar, el Mercado de Mayoreo (avenida 10), la intersección donde está la estatua de León Cortés, el Hospital Nacional de Niños y la Escuela Buenaventura Corrales.
Entre tanto, algunos puntos donde los oídos no quedan expuestos a fuertes ruidos son los parques Morazán, Braulio Carrillo (La Merced), Nacional y del Ministerio de Salud, así como las plazas de la Democracia y del Distrito Judicial, y el costado sur de la catedral.
Como una medida para reducir el escándalo y mitigar la afectación a la salud de las personas, el alcalde de San José, Johnny Araya, cree que es necesario un tranvía, porque disminuiría la cantidad de autos y buses que entran a la capital.
Incluso, Araya anunció ayer que Francia financiará el estudio de factibilidad que determinará si San José podrá contar con ese medio de transporte.
Jorge Herrera puntualizó que 13 tienen una alta contaminación, en tres el nivel de suciedad es media y en otros dos, baja.
“En los 13 sitios de mayor contaminación se evidencia la descarga de aguas residuales sin tratamiento”, resaltó el funcionario.
René Castro, ministro de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones, admitió la gravedad de la situación de los cauces.
“El tema azul es el reto más importante de Costa Rica. La contaminación de los ríos es una verguenza nacional”, enfatizó Castro.
El ministro dijo que el Tribunal Ambiental ya inspeccionó 15 empresas para verificar que no viertan aguas sin tratar a los ríos.