
Miles de estudiantes aprenden informática en computadoras que tienen poca memoria para procesar imágenes, con cursores en mal estado y sin acceso a Internet por daños en las conexiones.
Casi la mitad de estos aparatos, instalados en escuelas y colegios públicos, está en mal estado.
Se trata de las computadoras del Programa Nacional de Informática Educativa de la Fundación Omar Dengo y el Ministerio de Educación Pública (MEP).
Andrea Anfossi, directora de ese programa, afirmó que hay instaladas 13.414 computadoras en 885 centros educativos, que son usados por 439.000 alumnos (poco menos de la mitad del total).
De esas, 2.700 (20%) están muy deterioradas, 3.770 (28%) tienen una funcionalidad parcial pues son viejas y el resto (36%) están en buen estado.
“Hay una cantidad de computadoras que tienen 10 años de prestar servicio a tiempo completo, se encienden a las 7 a. m. y se apagan a las 5:20 p. m. En algunos casos, obtener repuestos para esos equipos es difícil porque casi no hay”, indicó Anfossi.
La funcionaria dijo que disponen de ¢1.000 millones anuales para comprar equipos para nuevos laboratorios de cómputo, sustituir máquinas, adquirir software , antivirus y antispam.
Ese dinero es insuficiente para cubrir la demanda.
Aparte de la reposición de computadoras, hay 700 centros educativos en lista de espera para tener un laboratorio, pero por año solo se pueden instalar en 30.
“Se requiere de unos $50 millones (¢26.000 millones) para instalar equipos en todas las escuelas y colegios del país, así como para sustituir las computadoras con limitaciones”, dijo Anfossi.
Los alumnos tienen limitantes para hacer sus proyectos por el estado de las computadoras, pues son lentas y con poca memoria.
Penurias. En la escuela Juan Lara Alfaro, en La Cuesta de Corredores, hay 19 computadoras pero solo ocho funcionan, dijo la maestra Iriabel Cubillo.
Por eso, los estudiantes tienen que turnarse para utilizarlas.
En la escuela Julia Fernández, de San Rafael de Alajuela, los alumnos no pueden grabar sonidos para sus trabajos porque las computadoras son tan viejas que tienen poca memoria, explicó la docente Sandra Vargas.
“Necesitamos comprar mouses pero estos están descontinuados y por ello hay que adquirir unos adaptadores que valen ¢15.000 cada uno, para que los nuevos cursores funcionen. Tenemos Internet disponible pero el módem está malo y no podemos hacer la conexión, el escáner tampoco funciona”, dijo.
En la escuela República de Francia, en Pozos de Santa Ana, la junta de padres compró 14 computadoras nuevas hace un mes para sustituir las máquinas obsoletas.
En Puntarenas, pocos alumnos del Liceo José Martí pueden descargar imágenes de CD porque solo seis de las 20 computadoras tienen unidad de disco compacto.
Ronny Guevara Gutiérrez, profesor de ese colegio, dijo que el servidor está malo desde noviembre pasado, por ello los estudiantes no pueden utilizar Internet.
La Fundación afirma que hay acceso a Internet en 593 (67%) de los 885 centros educativos que tienen estos laboratorios informáticos.
Salida. Andrea Anfossi dijo que buscan un mecanismo para agilizar la sustitución de las computadoras que están en peor estado.
“Los equipos que se compran tienen garantía y mantenimiento durante tres años por parte de la empresa que los vende”, indicó.
Según Anfossi, las computadoras más obsoletas generan muchos problemas porque el costo de reparación es alto e impactan la motivación de los educadores. Colaboraron: Freddy Parrales, Francisco Angulo, Francisco Barrantes, Zoyla Rita Mora y Ronny Soto.