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Le agregamos más sal al huevo del desayuno porque dicen que un huevo sin sal...
También ponemos el salero en la mesa para bañar las ensaladas y las carnes y toda aquella comida que ‘no nos sabe’.
Prácticas como esas, que siguen siendo tan frecuentes entre los ticos a pesar de las advertencias, hacen que nuestra población consuma más del doble de la cantidad recomendada diariamente.
Los ticos consumen, en promedio, 11,3 gramos de sal por día; esto equivale a más de dos cucharaditas: superan el doble del valor recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que son cinco gramos diarios, o una cucharadita por día en adultos.
Incluir sodio –principal componente de la sal– en la alimentación tiene beneficios para la salud pero, como todo, se debe hacer con moderación.
Esta sustancia, por ejemplo, ayuda a mantener en equilibrio en el nivel de líquidos en el organismo, facilita la relajación muscular y el correcto funcionamiento del sistema nervioso.
Pero también tiene peligrosas desventajas. El Ministerio de Salud recordó que entre los problemas de de consumir más sal de la cuenta están el aumento de la presión arterial (hipertensión), uno de los factores de riesgo para enfermedades del corazón y de las principales causas de muerte y enfermedad en el país y en el mundo.
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La hipertensión está asociada al desarrollo de infartos y derrames, entre otras enfermedades coronarias, que constituyen la primera causa por la que las personas mueren aquí desde la década de los años 70.
“En el marco de la celebración de la Semana de Concientización de la Reducción de Consumo de Sal/Sodio, del 8 al 14 de marzo, las autoridades sanitarias recuerdan la necesidad de preparar los alimentos con una menor cantidad de sal y reducir el uso de productos con un alto contenido de sodio como salsas, condimentos y aderezos en los alimentos preparados.
“Hacemos un llamado a la población acerca de los efectos contraproducentes del consumo excesivo de sodio. En Costa Rica, la principal fuente de sodio es la sal doméstica, la que se usa al cocinar y en la mesa”, dijo Cecilia Gamboa, coordinadora de la Secretaría de la Política Nacional de Alimentación y Nutrición (SEPAN).
Análisis de alimentos en laboratorio realizados por el Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa), han detectado gran cantidad de la llamada “sal oculta” en alimentos procesados, alimentos artesanales, de venta callejera y en comidas rápidas.
Desde hace varios años, el Inciensa ha promovido la reducción de la ingesta excesiva de sodio, como una de las medidas menos costosas y más efectivas para prevenir la presión alta.
Estos son algunas recomendaciones para reducir el consumo de sal:
- Use olores (cebolla, ajo, chile dulce), hierbas, especies naturales y limón para dar sabor a las comidas.
- Reduzca el uso de las salsas como la tipo inglesa, de soja, tomate y los aderezos.
- Limite el consumo de snacks empacados por su alto contenido de sal.
- Escurra y enjuague los vegetales enlatados.
- Elimine el salero de la mesa.
- Coma frutas y verduras frescas.
- No agregue sal a las frutas.
