Jorge Sibaja, su esposa, Viviana Jiménez, y sus hijos, Matías y Allison, de 11 y 9 años, iniciaron su peregrinaje desde San Vito de Coto Brus hace seis días. Este martes por la mañana llegaron a Villa Mills, en Orosi de Paraíso, Cartago, donde podrán dormir y recuperar sus cansados pies.
En tres días, esta familia, por fin completará los 118 kilómetros que aún les faltan para llegar a los pies de la Negrita, en la basílica de la Virgen de los Ángeles.
Otro grupo de romeros salió a las 8 p. m. del lunes desde Pérez Zeledón y caminaron toda la madrugada por la carretera Interamericana Sur hasta llegar a Villa Mills, a casi 3.000 metros sobre el nivel del mar, para completar su primer jornada de peregrinaje de aproximadamente 35 kilómetros.
Ahí pasarán el día para retomar la caminata este martes por la noche. Lo hacen así para evitar el desgaste de caminar bajo el sol.
A las 4 a. m. otro contingente de peregrinos de Pérez Zeledón y de San Vito salieron este martes desde la Catedral de Pérez Zeledón tras la celebración de la eucaristía.
A todos los mueve una misma fe.
Mientras tanto, están quienes no caminan, pero suman manos amorosas para atender a los viajeros. Las familias Monge León y Carranza Abarca, instalaron por segundo año consecutivo un puesto para dar alimento a unas 400 romeros en La S de Pérez Zeledón.
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Luis Enrique Monge León, explicó que “la iniciativa es para agradecer a la Virgen los favores concedidos, entre ellos, la salud de la esposa y para honrar la memoria de su madre, padre y abuelo ya fallecidos”.
Don Luis recibe a los devotos con un: “Pasen adelante por un cafecito o un aguadulcita”, que son un verdadero bálsamo para los viajeros que se enfrentan a la montaña y las frías temperaturas.
El nutrido grupo, que tradicionalmente se junta en El Guarco de Cartago, espera llegar viernes en la mañana hasta los pies de la patrona de Costa Rica, la Negrita de los Ángeles.
