Rodrigo Gámez Lobo, uno de los mayores científicos de biodiversidad en Costa Rica, falleció este 1.° de marzo a los 88 años. Su deceso fue confirmado por la Academia Nacional de Ciencias (ANC), de la cual fue miembro.
Gámez fue el fundador del Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio). También fue el primer vicerrector de Investigación de la Universidad de Costa Rica (UCR). En esta casa de estudios se desempeñó además como primer director de la Escuela de Fitotecnia y fue uno de los cofundadores del Centro de Investigación en Biología Celular y Molecular.
“Su labor en pro del desarrollo de la ciencia perdurará por siempre”, indicó la ANC en un comunicado.
Gámez recibió en el año 2012 el Premio Magón, máximo galardón que otorga el Estado costarricense a un ciudadano por su trayectoria de una vida dedicada a la creación o la investigación.
En redes sociales, su familia informó que la vela se efectuará este sábado a partir de las 9 p. m. en la Funeraria del Magisterio en Heredia. Su funeral será este domingo 2 de marzo a las 11 a. m. en la parroquia Inmaculada Concepción de Heredia.
No ha trascendido la causa de su deceso.
¿Quién era Rodrigo Gámez?

Rodrigo Gámez Lobo nació en Esparza, Puntarenas en 1936. Fue hijo de Uladislao Gámez Solano y Consuelo Lobo.
Se graduó como ingeniero agrónomo en la UCR en 1959. Posteriormente, en 1967, obtuvo un doctorado en Virología de Plantas en la Universidad de Illinois, Estados Unidos.
Sus trabajos en virología fueron de talla mundial. Por ejemplo, en 1969 descubrió el virus del rayado fino del maíz. Además, estudió vastamente las diferentes enfermedades que pueden afectar los cultivos, especialmente en América Central.
Sin embargo, fueron sus investigaciones en biodiversidad y ecología las que le dieron mayor relevancia y gracias a las cuales deja un legado imborrable en el país. A través del INBio, lideró los esfuerzos por conocer la diversidad biológica del país y promover su uso sostenible.
Así definía el propio Gámez la labor del INBio, en un artículo académico publicado el año pasado en la Revista de Ciencias Ambientales.
“En el marco de una estrategia nacional de conservación de la biodiversidad consistente en tres tipos de acciones: salvar, conocer y utilizar', se conformó una alianza público-privada con el Sistema Nacional de Áreas de Conservación, cuya labor representó el primer paso de ‘salvar’. El INBio se centró en la generación de conocimiento científico de la biodiversidad costarricense (el ‘conocer’) y en la búsqueda y promoción de su uso inteligente (el ‘usar’)”.
A su cargo, el INBio trabajó en cinco diferentes áreas:
1- Ciencias Naturales y Biología de la Conservación, con fines científicos.
2- Bioalfabetización y Educación, enseñanza y el desarrollo de la conciencia del valor de la biodiversidad.
3- Bioprospección, la búsqueda sistemática de usos económicos de la biodiversidad para fines medicinales, agrícolas e industriales.
4- Conservación para el Desarrollo, el empleo de la información para la conservación de áreas silvestres, comunidades circunvecinas o turismo naturalista.
5- Asistencia Técnica y Capacitación, programa que asiste a entidades públicas y privadas, dentro y fuera del país, en el desarrollo de iniciativas en que la biodiversidad sea el elemento central.
