Nuevo gobierno y, otra vez, resurgen las presiones de dirigentes vecinales del relleno sanitario de Río Azul de La Unión en procura del cierre de esa instalación.
Ayer, la basura desbordó la paciencia de algunos habitantes de Tirrases de Curridabat, que anunciaron medidas de presión para lograr el cierre del relleno, que funciona desde 1973.
Impedir el acceso de los camiones recolectores y una marcha de protesta figuran entre las posibles acciones que adoptarán algunos dirigentes en caso de que su demanda no encuentre eco entre las autoridades.
El tratamiento de los desechos sólidos de gran parte del Area Metropolitana se ha convertido en tema polémico desde principios de la década.
Ayer, desde las 5 p. m. hasta las 7 p. m., representantes de esa comunidad mantuvieron conversaciones con las nuevas autoridades del Ministerio del Ambiente y Energía (MINAE), para encontrar una solución al conflicto, aseguró uno de sus dirigentes, Fernando Angulo.
"Venimos saliendo de una reunión con la gente del Ministerio del Ambiente. Vamos a analizar cuál va a ser nuestra posición" dijo a las 9 p. m., pocos minutos antes de reunirse con representantes de 17 asociaciones de Río Azul y Tirrases.
Los dirigentes podrían anunciar hoy si concretan medidas de presión.
No obstante, entre los mismos vecinos del vertedero hay diferencias en cuanto a la estrategia para alcanzar su objetivo. "Nosotros estamos aparte. Ellos -los de Tirrases- se reúnen y al final negocian", dijo Giselle Arce, del Comité pro Cierre del Basurero de Río Azul. Aparentemente, la Asociación de Desarrollo de Río Azul tampoco se sumará al movimiento.
Carlos Manuel Rodríguez, viceministro del Ambiente y Energía, manifestó ayer que Río Azul continuará operando por el momento y se procurará abrir otro relleno en el oeste del Area Metropolitana, mientras se encuentra una solución al problema, cuya responsabilidad recaerá en las comunidades.
Según el funcionario, dado que el destino del vertedero es un asunto que compete a las municipalidades, el MINAE, en conjunto con los ministerios de Salud y Presidencia, fungirán como facilitadores de una salida.
Colaboró en esta información José David Guevara, redactor de La Nación