Quepos y Puntarenas. Aferrados a una boya, tres tripulantes del pesquero puntarenense Fufa Chen sobrevivieron a un naufragio al ser rescatados ayer por una embarcación de bandera venezolana, a unos 277 kilómetros de Golfito.
El destino de otros seis pescadores que iban en la embarcación se desconocía anoche.
El capitán de la embarcación, Saúl Quirós Ledezma, uno de los tres sobrevivientes, informó a la tripulación venezolana de que sus compañeros, supuestamente, permanecen a la deriva sobre la tapa de una nevera.
Aunque deshidratados y con graves quemaduras provocadas por el Sol, Ledezma y sus compañeros de travesía, Wílliam Guadamuz Baltodano y Eliécer Espinoza Castillo, están fuera de peligro.
La patrullera Pancha Carrasco, del Servicio Nacional de Guardacostas, salió ayer temprano a su encuentro.
Sin embargo, el retorno no parece inmediato. Primero se debe agotar la búsqueda de los pescadores desaparecidos: Rónald González Mora, Carlos Moreno Rodríguez, Jorge Fernández Chaves, Greivin Méndez Araya, Alexánder Barrantes Díaz y el nicaragüense Francisco Poveda Acevedo.
El director del Servicio de Vigilancia Marítima del Ministerio de Seguridad Pública, Carlos Alvarado, dijo que, al parecer, el barco zozobró como consecuencia de una explosión.
No obstante, advirtió que las autoridades desconocían ayer cuándo ocurrió el accidente.
Desde hace 25 días el contacto por radio con la embarcación estaba perdido.
Travesía interrumpida
El barco Fufa Chen mide 22 metros de largo y es propiedad de una empresa que comercializa mariscos, ubicada en la ciudad de Puntarenas. Este era el viaje inaugural de esa tripulación, que pretendía pescar tiburón durante tres meses.
Ellos zarparon de Puntarenas el 19 de junio. Cuatro días después se perdió el contacto por radio.
“La última comunicación la sostuvo el capitán (Quirós) con otra embarcación.
Le comentó que estaban por atravesar una tormenta”, dijo Iris Zúniga, quien labora para la compañía propietaria del pesquero.
Aunque desde ese entonces la empresa reportó la pérdida de comunicación, las autoridades navales decidieron esperar. Los tripulantes tenían previsto permanecer más días en el mar y cabía la posibilidad de una avería en la radio.
Las autoridades no tienen claro qué ocurrió, aunque sospechan que una fuga del gas utilizado para congelar el pescado pudo provocar la explosión.
Pedido de ayuda
Alejandro Sotela, jefe de operaciones de los guardacostas ticos, dijo que solicitaron ayuda a los guardacostas de Panamá, así como al Servicio Nacional de Guardacostas de Estados Unidos, para buscar a los pescadores en un radio de 50 millas a la redonda (92 kilómetros).
Las autoridades creen que podrían encontrarlos con vida pues el capitán Quirós insistió en que “están flotando en el mar sobre una nevera”.
La alerta se extendió, además, a las tripulaciones de barcos que pasan por el canal de Panamá hacia aguas del Pacífico.
Sotela agregó que la búsqueda se prolongará el tiempo que sea necesario.