En un "efusivo beso", Norman Amador Blanco, juzgado actualmente por el presunto asalto a un banco, habría recibido la llave para librarse de las esposas e intentar huir de sus custodios el viernes anterior, cuando fue trasladado al Centro Penitenciario La Reforma.
Según dijo ayer la directora del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Lineth Saborío, al parecer Amador obtuvo ese instrumento de parte de una mujer, quien lo acompañó algunos segundos al finalizar la audiencia que ese día se efectuó en los Tribunales de Heredia.
La policía supone que la dama -cuyo nombre no trascendió-, pasó la llave a Amador al despedirse con un beso, sin que ninguno de los oficiales de la sección de Cárceles y Citaciones del OIJ se percatara de la acción.
Otro de los reos, quien también iba en el vehículo hacia La Reforma, señaló a la mujer como la responsable de la entrega.
Amador es juzgado en Heredia, junto a otros cuatro sujetos, por el presunto asalto a la sucursal del Banco Nacional de San Joaquín de Flores, ocurrido el 21 de enero de 1997. De allí sustrajo, aparentemente, ¢15 millones.
El intento de escape se dio dentro de las instalaciones carcelarias, cuando los dos custodios abrieron la puerta del cajón para bajar a Norman Amador y a Roy Coto Solano, este último acusado por los mismos hechos.
En ese momento, los dos individuos, hasta entonces neutralizados por las mismas esposas, se lanzaron contra las autoridades y luego emprendieron la huida.
Los disparos al aire para intimidar a los supuestos delincuentes no sirvieron de nada inicialmente; pero la pronta intervención de varios policías penitenciarios impidió que salieran de la prisión y se dieran a la fuga.
El primero en caer fue Coto, mientras Amador fue recapturado en las cercanías de un cafetal. A pocos metros de allí, existe una calle de lastre en la que fue visto un carro negro, con dos personas en su interior en actitud sospechosa, agregó la fuente.
Según Saborío, no será fácil determinar la participación de la mujer en ese hecho, pues el reo que habló no lo hará ante un funcionario judicial para abrir la respectiva investigación.
"Será dificil establecer, pese a los informes, que ella fue quien le dio la llave. Lo que sí podemos hacer es mejorar nuestros sistemas para que no vuelva a pasar lo mismo", señaló.
En el juicio que afrontan los dos acusados, junto a Rándall Alvarado, Mike Fonseca y Enrique Poveda, la Fiscalía solicitó el miércoles una pena de 69 años de cárcel en total. La defensa comenzó ayer a exponer sus conclusiones sobre el debate.
En el departamento de Información y Relaciones Públicas del Poder Judicial se indicó que ayer, durante todo el día, solo uno de los cuatro defensores presentó sus alegatos.