Cuatro capibaras fueron rescatados en Costa Rica este 2025 y ahora viven en el Rescate Wildlife Rescue Center, santuario ubicado en la Garita de Alajuela.
Aunque ya se encuentran fuera de peligro, el siguiente paso para completar su proceso de rehabilitación es que cuenten con una identidad oficial.
Para lograrlo, el centro lanzó una campaña que no solo busca asignarles un nombre, sino también recaudar fondos esenciales para cubrir sus necesidades médicas, alimentarias y de hábitat.
La propuesta se estructura en dos fases, ambas abiertas a la participación del público.
Primera fase: creatividad y participación digital
En la primera etapa, las personas interesadas deben ingresar a una publicación fijada en el perfil de Instagram o Facebook del santuario. Allí pueden dejar, como comentario, el nombre que proponen para uno de los capibaras.
Una vez publicada la propuesta, las personas pueden votar por sus nombres favoritos con un “me gusta”. Los cinco nombres con más votos en cada red social pasarán a la siguiente fase. En total, 10 opciones finalistas seguirán en competencia.
Segunda fase: nombres con propósito
La segunda etapa se desarrollará en el sitio web oficial del santuario. En esta fase, los nombres finalistas se convertirán en opciones de donación. Cada visitante podrá contribuir con una cantidad económica al nombre de su preferencia.
Los nombres que obtengan mayor recaudación serán asignados oficialmente a los cuatro capibaras rescatados.
Esta dinámica no solo convierte el proceso en una experiencia colectiva, sino que transforma cada donación en un aporte directo para la protección de la vida silvestre.
¿Por qué apoyar esta campaña?
Rescate Wildlife explicó que los fondos obtenidos mediante esta dinámica serán utilizados para cubrir los costos de alimentos especializados, controles veterinarios y mantenimiento de hábitats naturales.
Además, el dinero recaudado permite continuar con la operación del hospital de fauna silvestre del santuario, una instalación que cada año atiende a miles de animales de diferentes especies, tanto en condición crítica como en proceso de reintegración a la naturaleza.
Los capibaras, conocidos por su temperamento tranquilo y sociable, requieren un espacio adecuado, acceso constante a agua y compañía de su especie. El santuario les brinda estas condiciones, pero mantenerlas exige recursos constantes.
Entre los nombres propuestos por el público en redes sociales destacan opciones como Nai, Amazonas, Nayuribe y Patacón. Algunos usuarios se inspiraron en referencias geográficas del país, como Isla del Coco, Nosara, Tamarindo y Uvita.
Los capibaras fueron rescatados luego de que las autoridades los confiscaron a un grupo de personas que los trasladaban ocultos en una caja plástica dentro de un automóvil. Al llegar al santuario, los especialistas encontraron a los animales deshidratados, con bajo peso y en estado de estrés, lo que demandó un proceso de recuperación integral bajo supervisión veterinaria.
Según indica el sitio web del Santuario Rescate Wildlife, los capibaras no pueden ser liberados en vida silvestre debido a que se trata de una especie exótica en Costa Rica, originaria de Suramérica.
Su presencia en ecosistemas locales representa un riesgo, tanto por la posible transmisión de enfermedades como por la alteración del equilibrio ecológico.
Además, su origen es incierto y no cuentan con las habilidades necesarias para sobrevivir en la naturaleza, ya que fueron extraídos de su entorno natural a una edad temprana.
Por estas razones, las autoridades y especialistas determinaron que deben permanecer bajo resguardo permanente en el santuario.