La cartera de ¢43.000 millones ($73,3 millones al cambio actual) de créditos hipotecarios administrados por la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) acumula un 11,2% de morosidad, de acuerdo con una inspección que realizó la Superintendencia de Pensiones (Supen) entre marzo y mayo.
La norma de la Sugef para los bancos comerciales establece, como máximo aceptable, hasta un 3% de morosidad. En otras palabras, la cartera de créditos hipotecarios de la CCSS se encuentra por encima del triple de morosidad aceptada para cualquier banco.
La institución estatal otorgó estos créditos hipotecarios al tomar aproximadamente un 3% de los ahorros que tiene el régimen de Invalidez Vejez y Muerte (IVM).
El dinero de este fondo respalda el pago de las pensiones actuales y futuras de todos los trabajadores.
La Supen consideró como morosos aquellos créditos hipotecarios que presentan un retraso de pago de dos o más cuotas.
Además, el estudio estimó que un 2,8% de los créditos (¢1.185 millones) se podrían calificar como incobrables.
El gerente de pensiones de la CCSS, Miguel Pacheco, señaló que aun en aquellos préstamos que resultasen incobrables, los recursos del IVM no serán perjudicados ya que se trata de operaciones de crédito que se garantizaron mediante hipotecas