Sofía Guillén, diputada electa del Frente Amplio (FA), expuso en entrevista con La Nación las posiciones que tomará su partido, con seis curules, en la nueva Asamblea Legislativa, así como los proyectos a los que dará prioridad.
El primer lugar de la papeleta por San José niega que el FA carezca de iniciativas para controlar el gasto público. Además se refirió a la inversión extranjera y a la necesidad de enmendar errores del pasado de su agrupación.
– ¿Cuál es su aporte a partir de esa juventud?
– La nueva fracción del Frente Amplio tiene esa característica, en su mayoría es un promedio de edad joven. Es además una fracción legislativa con paridad de género. De los seis, tres somos mujeres y creo que eso habla también del proceso de construcción y de madurez del partido a nivel interno, porque cada vez logra seleccionar personas mucho más orgánicas de la estructura.
“Creo que podemos aportar nuevas ideas, pero también mucha energía. Estamos entrando con un motor, con una fuerza que creo que nos da para hacer este trabajo 24/7, que es lo que se va a necesitar durante los siguientes cuatro años”.
– Eso que dice usted de que la fracción es orgánica, de que los integrantes son gente de partido. ¿Eso significa que va a hacer una labor muy diferente a la que hizo la fracción más grande que ha tenido el partido?
– Hay que reconocer que esa fracción de nueve sí, sí tuvo aciertos, ¿verdad? Una Patricia Mora con Edgardo Araya, creo que hicieron un trabajo extraordinario, pero también reconozco, y creo que eso es parte de madurar como proyecto político, que tuvo muchos desaciertos. Varios de los que estamos electos en la nueva fracción, por ser de partido, padecemos y sufrimos desde adentro esos errores y desaciertos. Entonces nos quedó como muy en el corazón y muy en nuestra conciencia la importancia de esos errores que se hicieron corregirlos.
– ¿Cuál va a ser la actitud del Frente Amplio ante ciertos proyectos importantes?
– Bueno, yo creo que, en realidad, el Frente Amplio siempre ha tenido mucha vocación de diálogo y yo misma he pasado por procesos de diálogo entre diferentes sectores en la discusión de la reforma fiscal. Yo fui asesora técnica del movimiento social y sindical y nos reunimos con el Gobierno y los representantes del Gobierno intentando encontrar puntos en común.
“Es decir, no somos personas que no sepamos lo que es el ejercicio de conversar con otros e intentar ver dónde se puede. Creo que, más bien, la intransigencia a veces está del otro lado. En el caso de este Gobierno saliente, por más buena voluntad que tuvimos, no hubo forma de que quisiera modificar la reforma fiscal hacia algo un poquito más decente…
“Yo creo que es muy temprano como para cerrar del todo puertas y decir algunos nombres y otros no. Yo más bien creo que estamos justamente en el momento de empezar a entablar un posible diálogo, dependiendo de temas, de ser un proceso reflexivo.
“Estoy convencida de que, dependiendo el tema, va a haber cercanías y, por supuesto, siempre van a existir líneas rojas, porque es que el diálogo se trata, el diálogo que construye”.
– ¿Cuál es la propuesta al Frente Amplio con respecto al Fondo Monetario Internacional?
– Nosotros desde hace rato venimos diciendo que, con o sin FMI, aquí no se trata de pedir más préstamos para paliar el problema, porque eso es como echarle agua a un canasto. Al final del día, siempre vas a necesitar más plata porque no arreglaste los problemas estructurales.
– ¿Hay un desacuerdo fundamental contra el acuerdo con el Fondo?
– “Bueno, con la agenda que planteó el gobierno de Carlos Alvarado y la mayor parte era regresiva y claramente había una oposición. Mi postura individual es que a nosotros, esta Asamblea Legislativa, este Gobierno saliente, nos condujo a un momento en el que, por falta de liquidez, fue a tocarle la puerta al FMI, pero nos condujo ahí. Yo creo que necesitamos garantizar liquidez para no necesitar al FMI. Es decir, si vos me preguntas a mí, yo diría que no debería ser la primera opción.
– El planteamiento del Frente Amplio en cuanto a la reducción del Estado ha sido nulo. Entonces, ¿cómo hablamos de rescatar al país si tampoco hay una apuesta frenteamplista en la reducción del gasto?
– No ha sido nulo. Nosotros ya hemos hablado de que, por ejemplo, en el caso del Conavi, del Consejo Nacional de Concesiones, el Consejo de Transporte Público, ya hemos dicho que hay que revisar porque, claramente, esas empresas no han dado la talla y, más bien, deberían regresar a la centralización…
“Hemos presentado proyectos de ley y yo seguiré comprometida a presentarlos para impedir puertas giratorias, corrupción y mal uso de fondos públicos de mandos medios y altos cargos de la función pública. Ahora, ¿si a vos te parece que habría que cerrar la mitad de las instituciones para salvar el país? Pues ahí vamos a tener un criterio diferente. Es decir, eso no arregla nada. De hecho, en este momento lo que la sociedad recomienda, lo que la Cepal recomienda, es que se fortalezcan programas como la educación y la salud pública, es verdad que no pasa por cerrar entidades”.
– En la campaña se habló mucho de fusionar sector social o sector vivienda. Eso no significa que se dejen de atender programas sociales, pero muchas de las propuestas han ido en el sentido de centrar en una institución, en lugar de tener un montón de gente que no habla y por eso no se atiende bien problemas como pobreza y falta de vivienda...
–Yo creo que los diagnósticos que hacemos las diferentes fuerzas políticas tienen algo en común y es que se necesita mejorar la efectividad de los programas y que, efectivamente, hay que mejorar la eficiencia del uso de los fondos públicos. Es decir, me parece que en eso existe coincidencia en el diagnóstico, en lo que no hay todavía un acuerdo común unánime es en cómo arreglar esos problemas identificados en el diagnóstico.
– ¿Usted cómo valora las declaraciones de doña Patricia Mora y doña Suray Carrillo en su momento con respecto al desarrollo de infraestructura de hoteles en Guanacaste o con respecto al aeropuerto de Liberia?
– Bueno, ahí también en su momento me parece que las aclaraciones fueron bastante, bastante puntuales sobre todas las declaraciones que hace el propio José María Villalta y luego las reivindicaciones que hace la propia Suray Carrillo. Yo lo que digo es que el Frente Amplio está absolutamente de acuerdo con impulsar al sector turístico costarricense y, más bien, lo que planteamos es que inclusive ese sector se pueda ampliar a un turismo más comunitario que logre bajar más a las localidades.
– ¿Pero es que acaso son incompatibles? ¿Acaso son incompatibles ambos negocios?
– No, no, y me parece que tampoco ese fue el planteamiento que se quiso hacer. No, no son incompatibles. Más bien, ahí hay que trabajar mucho los encadenamientos locales. ¿Cómo hacer para que se pueda vincular la localidad y la comunidad a esas grandes inversiones? Y también eso me lleva a señalar que nosotros no estamos en contra. La inversión extranjera directa, en tanto la inversión sea responsable social y ambiental, es bienvenida.
– Muchas veces el Frente Amplio ha rechazado tener puestos de mando, puestos de control en la Asamblea Legislativa y muchas veces también ha estado en una franca minoría. ¿Ustedes buscarán como una fracción joven negociar puestos en el directorio legislativo?
– Aún es muy temprano para poder contestar esa pregunta, porque esto siempre lo vamos a hacer a modo de equipo.
– ¿Qué proyectos ya está redactando?
– Sí, bueno, a mí me interesa mucho avanzar en un proyecto de puertas giratorias para poder impedir conflictos de intereses en la función pública pública, por ejemplo un caso como Cochinilla, que habla de que si se están ahí metiendo algunas manos oscuras y tenemos que impedir ese mal uso fondos públicos.
– Uno pensaría que el Frente Amplio va a muerte con proyectos como el de impuesto casa a casas de lujo y en la parte de renta global, que podría implicar gravar a la gente con más poder económico. ¿Qué va a pasar con estos dos proyectos específicamente, que son parte de la agenda de ajuste fiscal?
– Mira, lo que pasa es que el PAC es experto en presentar proyectos que podrían ser progresivos y hacerlos regresivos. Entonces de ahí se vuelve un problema, porque si me dicen pidámosle un aporte adicional a las casas de lujo, yo voy a decir ‘si son casas de lujo realmente, sí'. El problema es que el PAC presentó un proyecto de ley en donde no queda muy claro si son de lujo o es clase media, y de las clase media no tiene sentido cobrarle más impuestos.

