Escuchar
Las heridas no han sanado aún y parece que arden cada vez que se habla de curaciones en el golpeado Partido Liberación Nacional (PLN), seis meses después de la derrota electoral “estrepitosa”, como la calificó esta semana su presidente, Bernal Jiménez.
Este ardor, sin embargo, no significa que el PLN se quede quieto. Figuras notables y grupos organizados han retomado sus actividades públicas y privadas, en paralelo a los preparativos de la primera Asamblea General después de los comicios del 6 de abril, que dieron al partido el peor resultado en sus 63 años de historia.
El expresidente Óscar Arias decidió la semana antepasada hablar por primera vez sobre el actual gobierno y el asunto fiscal, y recibirá este miércoles en su casa a los 18 diputados verdiblancos, la principal fuerza política opositora y el motor vidente de la agrupación.
El expresidente José María Figueres inspira a un grupo que todavía le ve fuelle electoral. La expresidenta Laura Chinchilla participa en actos políticos y no deja de sacudirse de críticas a su gobierno, ayudada por un grupo de exjerarcas.
Incluso Johnny Araya, el rostro despreciado por un sector que lo culpa de la derrota de abril, decidió irrumpir con un artículo en el que reconoce que no consultó suficiente su decisión de retirarse de la campaña el 5 de marzo.
También se atrevió a hacerse presente en la celebración del 63.º aniversario del PLN, un acto modesto el jueves en un salón de la Asamblea Legislativa, sin bombos ni más platillos que unos cuantos bocadillos y unas gaseosas.
Araya se atrevió también a criticar al gobierno de Luis Guillermo Solís, quizá único punto de coincidencia con otras corrientes.
El presidente, Bernal Jiménez, llegó a comparar este Gobierno con el de Rodrigo Carazo (1978-1982) y recordó la recuperación económica posterior en la administración de Luis Alberto Monge, exmandatario que también se reunirá con diputados, el 22 de octubre.
Criticar, recordar o renovar. El discurso de Jiménez, poco aplaudido por el auditorio, fue el último de esa noche, solo antes que el consabido Corrido de don Pepe , en honor al fundador de Liberación Nacional.
Antes, sin embargo, hubo el llamado de los diputados Karla Prendas y Juan Luis Jiménez Succar, jefe de la bancada legislativa, que dio un mensaje autocrítico: “Somos un partido viejo que debe reinventarse”; pero también quiso tocar el orgullo de los verdiblancos: “Nos sobra capacidad para gobernar”.
Después pronunció palabras que sí animaron al auditorio: “Como partido que somos, nuestro fin siempre será retornar al poder”, a pesar de que aún hay investigaciones pendientes sobre los porqués del mal resultado electoral y, sobre todo, del manejo financiero.
El tema ahora, no obstante, es la renovación del partido y la incorporación de caras distintas, insistió la diputada Prendas, cercana al movimiento de jóvenes del PLN, que presiona por cambios internos y por nuevas opciones electorales. En paralelos, fuerzas locales se organizan pensando en los comicios municipales de febrero del 2016.
Algunos de esos cambios se podrían discutir en la Asamblea del 8 de noviembre, aunque también podrían convocar otra posterior y un congreso ideológico. Hay también sobre la mesa cambios a los estatutos para que las campañas en el futuro se manejen distinto. Por ejemplo, que la cúpula del partido esté más integrada al comando de campaña y que el candidato tenga menos poder en la designación de listas diputadiles, planteó Jiménez.
