Marcela Guerrero, presidenta saliente del Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM), recomendó analizar la reestructuración de la entidad, despido de funcionarios ineficientes o su cierre, pues, asevera, el régimen municipal no siente la labor de acompañamiento de la institución.
Así lo dijo la mañana de este martes 22 de diciembre a Noticias Monumental, un día después de que el presidente de la República, Carlos Alvarado, anunciara que Guerrero dejaría el IFAM para asumir la presidencia del Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu), como parte de la reestructuración en su gabinete tras la renuncia del titular de la Presidencia, Marcelo Prieto.
Guerrero cree que el Instituto debe analizar su tamaño con relación a sus funciones y “ver quienes son las personas que son útiles”.
“Nosotros no podemos decir que sí ocupa despidos. Yo primero necesito que el régimen determine también una valoración de las ideas que tenemos, para saber cuál es el personal. Pueda que haya personal que sí, que ocupamos que esté aquí.
“Pero pueda que exista otro personal, si vamos a (proponer) una oferta de productos financieros más especializados que ocupemos otro personal. Al final, si son 100 o son 50, creo que depende de la efectividad. Yo creo que una institución no puede seguir manteniendo funcionarios que no dan la talla”, finalizó.
“Creo que nosotros tenemos que estar absolutamente abiertos, sobre todo, si nuestros clientes dicen no sentirse satisfechos con el servicio que damos. Si nuestros clientes, que son las municipalidades y el régimen municipal, no están sintiendo al IFAM, vos tenés dos caminos: valorar donde no nos sienten, a pesar del esfuerzo; dos, dar una opción”, expuso la funcionaria.
El IFAM se creó hace cinco décadas con la idea de fortalecer el régimen municipal, estimulando el funcionamiento eficiente y el mejoramiento de la administración pública local, tiene entre sus funciones otorgar préstamos a las municipalidades para el desarrollo de obras.
Además, sirve de agente financiero en los créditos nacionales o externos de las municipalidades y actúa como organismo central de compras de materiales y equipos de los municipios, según la ley Ley Nº 4574, creadora del Instituto.
Guerrero no profundizó en las razones por las cuales los municipios no sienten la asistencia del IFAM, pero sí dijo que, en las valoraciones sobre el futuro de la entidad, se deben tomar en cuenta las opiniones de las municipalidades, al ser ellas actores claves.
De acuerdo con Noticias Monumental, desde antes del anuncio de su traslado al Inamu, cargo que asumirá el 4 de enero próximo, Guerrero tenía en sus planes de presentar en 2021 un proyecto de ley en la línea de reestructurar o cerrar el IFAM.
La idea se avanza en un borrador, el cual, dijo el noticiero, quedará en manos del futuro jerarca darle continuidad. El sustituto de Guerrero en ese cargo aún no ha sido anunciado por el Gobierno.
Desde el 11 de febrero del 2019 la ministra de Planificación Nacional y Política Económica (Mideplán), Pilar Garrido, anunció el envío, en las siguientes tres semanas, de un proyecto para reducir la dispersión de instituciones y maximizar los recursos, a través del cierre o fusión de un número de ellas.
A la fecha, el texto sigue sin enviarse y, al final de una comparecencia en la comisión de Asuntos Hacendarios de la Asamblea Legislativa, hace una semana, la diputada socialcristiana María Inés Solís le reprochó el atraso y dijo que, en su criterio, este genera desconfianza sobre la intención real o no del Gobierno con las reformas estructurales del Estado.
Garrido respondió que las intenciones seguían vigentes, pero no dio fechas de envío al Congreso del proyecto aduciendo que no está en su poder la fijación de la agenda legislativa en este periodo extraordinario.
Sí dejó claro que el Gobierno apuesta más a una reforma estructural como la del empleo público, donde la implementación de un salario global para actuales y futuros empleados estatales podría generar ahorros del 1,1% del producto interno bruto anual (PIB) en los próximos 42 años.
En entrevista con La Nación, en días anteriores, el canciller Rodolfo Solano manifestó su interés de fusionar el Ministerio de Comercio Exterior con su cartera, la de Relaciones Exteriores.
Esa transformación, agregó Solano, haría más efectiva y eficaz la relación del país con el resto del mundo, en momentos en que Costa Rica está a las puertas de incorporarse a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)
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Sin embargo, días después, el Gobierno se desmarcó de esa propuesta.
“El Gobierno no impulsa ni impulsará ningún cambio en relación con el diseño institucional relativo al manejo de la política exterior ni a la del comercio exterior, ni en los roles o competencias de los ministerios respectivos”, dijo Zapote en un comunicado, el domingo 19 de diciembre.