
Los diputados aprobaron, con 41 votos, de forma unánime, una reforma al Reglamento de la Asamblea Legislativa para que el informe del presidente de la República al Congreso no se realice el 1.° de mayo, sino en la sesión subsiguiente a ese día.
De esa forma, este año, el estado de situación será el 2 de mayo y ya no en la sesión del primer día de ese mes, en la que por mandato constitucional se eligen las autoridades legislativas para el periodo de un año o legislatura.
Se trata de dos modificaciones al Reglamento legislativo, a los artículos 11 y 193 de ese cuerpo normativo de los trámites parlamentarios, los cuales se refieren a la sesión del 1.° de mayo y al discurso del mandatario, donde presenta a los congresistas un estado de la situación de la administración pública.
Para este año, a el discurso de Luis Guillermo Solís será el 2 de mayo, que cae un lunes.
En caso de que las sesiones solemnes del 1.° de mayo se realicen un jueves o un viernes, el discurso presidencial podría retrasarse hasta el siguiente lunes, por tratarse de la sesión subsiguiente.
De acuerdo con Ottón Solís, legislador del Partido Acción Ciudadana (PAC) y miembro de la Comisión de Reformas al Reglamento legislativo, se trata de una reforma necesaria, porque hasta ahora ha habido mucho desorden en la primera sesión solemne, que con los juegos políticos para elegir presidente y secretarios del Directorio, ha llevado esa sesión hasta casi la noche y obliga a una espera prolongada al presidente, sus ministros y diplomáticos.
Mario Redondo, legislador de la Alianza Demócrata Cristiana, quien presidió el Congreso en el 2003 como diputado socialcristiano, adujo que desde hace 14 años las cosas en el parlamento se han complicado y considera un asunto de respeto solo dedicar el 1.º de mayo a asuntos internos de la Asamblea Legislativa.
El liberacionista Antonió Álvarez no consideró que se trata de una reforma fundamental y considera que solo es mera cortesía.
Una de las razones para dividir la jornada tiene que ver con los atrasos que usualmente sufre la elección de las autoridades legislativas, que obligan al inicio del informe presidencial hasta entrada la noche.
En el 2011, cuando Juan Carlos Mendoza se enfrentó a Luis Gerardo Villanueva por la presidencia del Congreso, tal fue el choque entre liberacionistas y la oposición de ese momento (integrada por el PAC, el PUSC, PASE y Libertario, entre otros), que el 1.° de mayo no se realizó ninguno de los actos previstos, sino hasta el día posterior.
