
Los diputados acordaron, este sábado, sesionar a partir de la próxima semana en el Auditorio Nacional del Museo de los Niños, con tal de hacerlo en un lugar que permita mayor espacio entre cada curul.
Así quedó establecido en una moción de orden donde, además de habilitar la posibilidad de sesionar todos los días por las mañanas, también se estableció que como máximo se harán dos reuniones del plenario por cada semana.
Eso sí, en caso de que sea indispensable, se autoriza a la Presidencia de la Asamblea Legislativa a que convoque las sesiones que sean necesarias para debatir y aprobar asuntos de urgencia para la atención de la pandemia del nuevo coronavirus.
La medida se aprobó a pesar de que la administración del Congreso endureció las medidas sanitarias en general y, en particular, en el plenario legislativo, donde estableció una mayor distancia entre las curules, con tal de fijar al menos un metro y medio entre cada una de ellas.
De hecho, el Departamento de Servicios de Salud hizo una excitativa a los legisladores para que tomaran esa decisión y otras medidas, con el fin de evitar las aglomeraciones en las reuniones de negociación.
“No pueden seguir sesionando hacinados, sin cumplir el protocolo de aislamiento social; a los diputados con factores de riesgo ya se les envió a trabajo a distancia, pero el riesgo que se corre de la forma como se está trabajando es muy alto”, dice el mensaje de ese departamento.
La dirección de Servicios de Salud del Congreso le informó de la situación al ministro de Salud, Daniel Salas, para que tomara “medidas claras” sobre la situación de la Asamblea Legislativa.
Ese departamento recomendó al Directorio y a la Dirección Administrativa el cierre técnico institucional del parlamento por las directrices gubernamentales ante la pandemia del covid-19.
Benavides informó, este sábado, de que la administración de la Asamblea determinó que el espacio con mejores condiciones para sesionar logrando un espacio adecuado es el del Auditorio Nacional.
Sesiones por la mañana, no por la tarde
En cuanto a otras medidas extraordinarias, Benavides explicó que los jefes analizan la posibilidad de habilitar sesiones por las mañanas, todos los días, de lunes a domingo, y no hacerlo por las tardes.
La idea es llegar a emitir el voto sobre proyectos específicos, pero luego de haber negociado las iniciativas urgentes para atender la emergencia fuera del plenario.
“Iríamos únicamente a votar, a un espacio diferente, hemos procurado que, en ese lugar, haya distancia entre las personas mayor a dos metros”, dijo Benavides.
Polémica
Antes de que los jefes definieran medidas anticovid-19 en el Congreso, hubo una discusión en el plenario que involucró a Benavides, y a legisladores de diferentes fracciones, esta semana.
La polémica se originó luego de que Walter Muñoz, del Partido Integración Nacional (PIN), leyera el comunicado de Servicios de Salud, el cual hizo un llamado a la administración a cumplir las directrices emitidas por el Ministerio de Salud, entre ellas el trabajo a distancia.
El documento hizo una excitativa a cumplir con el protocolo de distanciamiento social, debido a que las sesiones plenarias hasta ese momento, de acuerdo con el llamado, se realizaban en condiciones de hacinamiento por lo que los diputados se exponían a factores de riesgo.
Además de llamar a cumplir con acciones de higiene personal como el lavado de manos, usar alcohol y aplicar protocolos de estornudo, Servicios de Salud recomendó el “cierre técnico” institucional de dicho foro legislativo.
En esa línea, Muñoz demandó al presidente del Congreso tomar medidas, como trasladar a un sitio externo las sesiones del plenario, a lo que Benavides recordó que ya había convocado a los jefes de fracción para abordar el tema.
“Tengo impresión de que hay una contradicción entre querer salir de aquí y, al ver una lista larga (de diputados) para discutir, hacer control político aquí.
“La persona que redactó eso que está leyendo seguramente está súper bien enterada de lo que la administración y el directorio está haciendo y lo ha expuesto públicamente. Oportunismo nunca falta en la vida”, respondió el presidente legislativo, al tiempo que reiteró el compromiso de traer a discusión solo proyectos para abordar la emergencia.
Por su parte, Zoila Volio, legisladora del PIN, cuestionó a su colega de Nueva República, Ivonne Acuña, quien minutos antes se había quejado de que tenía 20 días de no ver a sus padres. La fabricista afirmó que sus progenitores son vulnerables.
“Es una injusticia que nos tengan aquí viendo proyectos que no tienen que ver con la emergencia nacional”, aseveró Acuña, sin citar un texto en específico aunque, en esa sesión, se discutía el proyecto para regular las comisiones por el uso de datafonos.
Luego de esas palabras, Volio hizo un llamado a la cordura y a cumplir con la agenda pactada desde un día anterior, así como abandonar el ambiente de pánico.
“Entiendo que todos tengamos miedo, pero no podemos ponernos como víctimas. No es que estoy jugando de Juan Santamaría ni de heroína, pero ‘nadie puede estar más cagada de miedo que yo de estar aquí’, porque soy asmática, porque tengo fibrosis pulmonar y tengo un riesgo inmunológico.
“Pero entiendo la urgencia de estar aquí y la urgencia de los proyectos de ley que se están convocando porque no sabemos lo que va a ocurrir en la siguiente semana”.
Patricia Villegas, también legisladora del PIN, expuso que durante la sesión extraordinaria del jueves por la mañana había transcurrido en “pura paja”.
“Esta mañana está perdida en lamentaciones, en dichos y diretes. Tenemos que respetar la palabra, la palabra se dio ayer y aquí muchos grupos o grupitos están legislando para sus propios intereses. Aquí no tenemos que venir a ventilar cosas personales ni familiares, aquí estamos con tema país. Todos tenemos problemas y preocupaciones”, señaló.
