La jurista y política costarricense Sonia Picado Sotela fue distinguida por la Asamblea Legislativa con la ciudadanía de honor en reconocimiento a su incansable lucha en favor de los derechos humanos y la equidad de généro.
Picado Sotela, de 85 años, fue la primera mujer en ocupar el cargo de embajadora de Costa Rica ante el Gobierno de los Estados Unidos, de 1994 a 1998.
Luego, entre 1998 y el 2002 se desempeñó como diputada del Partido Liberación Nacional (PLN), representando a la provincia de San José. Desde su curul promovió la incorporación de la perspectiva de género a los proyectos de ley, e impulsó otras reformas en beneficio de la mujer.
Picado también destaca por haber sido la primera mujer electa como decana en una Facultad de Derecho en una universidad estatal en América Latina. Entre 1980 y 1984, estuvo al frente de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica (UCR), casa de enseñanza donde laboró desde 1972 hasta el 2003.
Además, ejerció la docencia como profesora invitada en cursos sobre derechos humanos en universidades de Europa y Estados Unidos.
El proyecto de ley para nombrar ciudadana de honor fue presentado por la ahora exdiputada Silvia Hernández, del PLN, y fue votado por el Plenario legislativo el pasado 27 de abril.
Picado también desempeñó relevantes funciones en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en la cual fue jueza y, de 1988 a 1994, vicepresidenta. Además, fue directora ejecutiva del Instituto Interamericano de Derechos Humanos, de 1984 a 1994.
Oriunda de San José, formó parte de organismos internacionales como la Corte Interamericana de Mujeres (1971) y del Comité de Expertos para Promover los Derechos Humanos en Centroamérica (1992-1994).
Asimismo, fue la primer mujer en llevar a ser presidenta del Instituto Interamericano de Derechos Humanos y fue miembro del Consejo Directivo en Seguridad Humana de las Naciones Unidas, de la Corte de Arbitraje de La Haya y del Diálogo Inter-Americano.
Su destacada trayectoria en el campo de los derechos humanos fue reconocida con tres doctorados honoris causa (Elmhurts College, 2000; Universidad de Miami, 2002; y Colby College, 2003) y varios galardones internacionales como el Premio Naciones Unidas en Derechos Humanos (1993) y el Premio PNUD (1995).
Además, en el 2015 recibió la Orden del Sol Naciente Estrella de Oro y Plata, entregado por el Gobierno de Japón como reconocimiento al aporte realizado en el campo de la seguridad y los derechos humanos.
A nivel nacional, sus logros la llevaron a recibir el Reconocimiento por los Esfuerzos Humanitarios y Culturales (1987) de la Federación de Mujeres Profesionales y de Negocios de Costa Rica, y el Reconocimiento por la Colaboración en Problemas Relacionados con las Mujeres (1986) de la Comisión Interamericana de Mujeres.
También recibió el Reconocimiento por el Trabajo Profesional con las Mujeres (1986) de la Organización de Ciudadanas Costarricenses.