Diez diputados de la Comisión de Asuntos Hacendarios dictaminaron afirmativamente un crédito de $80 millones (¢49.600 millones) del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el cual se utilizará para comprar vacunas contra la covid-19.
Ahora, el crédito deberá pasar a revisión del plenario.
El empréstito servirá para atenuar el pago de intereses en las inversiones para el plan de vacunación.
Las compras se venían financiando con colocaciones de bonos de deuda interna y, como ahora se recurrirá a una fuente más barata, el cambio le ahorraría al país $1,9 millones anuales en el pago de intereses, para un total de $38 millones en 20 años.
La tasa de interés del crédito ronda el 1,9%, según el ministro de Hacienda, Elian Villegas.
Los legisladores avalaron este martes el empréstito con dos ajustes de control en el uso del crédito.
Uno de ellos obliga al Gobierno a usar el dinero exclusivamente en la adquisición de equipos y vacunas contra la covid-19, y el segundo le ordena presupuestarlo a través de un plan extraordinario que deberá ser aprobado por los diputados.
En cuanto al primer ajuste, introducido mediante moción de fondo, se establece que el desvío del dinero para fines distintos a los autorizados por los diputados podrá ser sancionado por la Contraloría General de la República (CGR).
Al mismo tiempo, constituiría delito por malversación de fondos públicos, el cual es sancionado por el Código Penal con prisión de uno a ocho años.
Para controlar el gasto del empréstito, el Ministerio de Hacienda deberá rendir un informe a la CGR y a la Comisión de Hacendarios sobre el plan nacional de vacunación, a más tardar dos meses después de su aprobación.
El dictamen afirmativo lo avalaron tres legisladores de Liberación Nacional (PLN), dos de la Unidad Social Cristiana (PUSC), dos de Acción Ciudadana (PAC), uno de Restauración Nacional (PRN), uno del Republicano Social Cristiano (PRSC) y uno del bloque Nueva República (NR).
El fondo para la adquisición de vacunas contra la pandemia se alimentaba de ¢40.500 millones de deuda interna, ¢7.200 millones del ahorro en el pago de intereses de la deuda pública y ¢15.000 millones de las reservas del Fondo Nacional de Emergencias administrado por la CNE. Ahora, la primera fuente será sustituida.
El país ha destinado, de esos recursos, $100 millones para la adquisición de vacunas, de los que se ha ejecutado el 40%.
De las vacunas contratadas, se ha invertido $21,5 millones en la adquisición de 2 millones de dosis mediante el mecanismo Covax y $5,4 millones para 1 millón de dosis con AstraZeneca.
Con Pfizer Costa Rica adquirió seis millones de dosis por un valor de $72 millones, de acuerdo con el informe dado por Hacienda, el Ministerio de Salud y la CNE en la Comisión de Hacendarios.
Al 17 de agosto, el país había recibido un poco más de 4 millones de las dosis contratadas, más 503.000 donadas por el Gobierno de Estados Unidos.
En el sexto presupuesto extraordinario de este año, que se tramita en el mismo foro de Hacendarios, el Gobierno incluyó ¢14.970 millones para la compra de dos millones de de dosis adicionales, con el fin de ampliar la cobertura a los menores de hasta 16 años una vez que las aplicaciones se autoricen.
Este martes la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) informó de que la vacunación completa contra la covid-19 ya alcanza a 1.003.508 costarricenses, lo que representa el 19,44% de los habitantes del país.
El número de quienes han recibido al menos una dosis llega a 3.029.514, el 58,7% de la población.