La crisis de violencia que vive Nicaragua, desde hace dos meses, obligó al jefe de la delegación de la Unión Europea en ese país, Kenneth Bell, a pedir ayuda al embajador costarricense Eduardo Trejos.
Esa solicitud hizo que la Cancillería tica decidiera otorgar visas de cortesía a los familiares de los diplomáticos acreditados en la nación vecina.
De esa forma, los allegados de quienes ostentan esos cargos tendrán facilidades para entrar y permanecer en nuestro país.
Para optar por el beneficio, cada embajada deberá solicitar las visas diplomáticas mediante una nota verbal que incluya los nombres, parentescos con el funcionario y números de identificación de cada uno de los solicitantes.
Además, tendrán que aportar fotografías de los pasaportes y de las acreditaciones otorgadas por el gobierno de Nicaragua, así como las fechas tentativas de ingreso a Costa Rica.
Una vez en el suelo tico, se agilizarán las gestiones para que las delegaciones diplomáticas realicen los trámites para su permanencia en nuestro territorio.
Costa Rica ha manifestado su preocupación y rechazo por la ola de violencia que aqueja a los nicaragüenses desde hace dos meses, la cual suma 135 muertos y miles de desaparecidos.
Una reforma al sistema de pensiones desató los enfrentamientos entre el gobierno y manifestantes el 18 de abril, encabezados principalmente por estudiantes, quienes piden la salida del poder del presidente Daniel Ortega.
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“El pueblo de Nicaragua no merece que en sus calles resuenen bombas y morteros, porque lo único que debería escucharse es el canto de las aves, las risas de los niños y el trabajo de su gente”, expresó en un comunicado Epsy Campbell, vicepresidenta y canciller costarricense.
Según la comunicación oficial, el Gobierno de Costa Rica hace un llamado para que retorne la calma y la tranquilidad, mediante el diálogo pacífico y efectivo.
Además, aboga por que se respete la libertad de prensa y de expresión, así como el derecho a la manifestación pacífica en Nicaragua.