El cónsul honorario de Costa Rica en Paraguay, Juan José Benítez Rickman, es protagonista de una polémica en la prensa de este país que lo vincula con una supuesta incautación de libros del Seminario Mayor (católico).
También lo relacionan por participar como informante en contra de un obrero que murió durante la dictadura militar de Alfredo Stroessner (1954-1989).
Según Benítez, lo que hizo fue “cumplir con la ley”. En 1976 –explicó a La Nación , por medio de un correo electrónico–, “redacté un acta notarial a pedido de parte interesada, labrando un inventario de libros”.
En octubre del 2006, el senador paraguayo Alfredo Ratti envió una carta al canciller costarricense, Bruno Stagno, en la cual explica la supuesta situación de Benítez.
Ratti adjuntó el testimonio de Luis Alfonso Resk, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Paraguay, y en el que indica que Benítez se desempeñó como director de la subsecretaría de Información de la Presidencia durante el régimen de Stroessner
La carta la contestó Carmen Claramunt, directora a. í. del Servicio Exterior, el 6 de diciembre del 2006. La Nación tiene copia.
Claramunt expresó: “Agradecemos mucho su interés y la información suministrada. Por la gravedad del asunto lo estamos poniendo en conocimiento de las autoridades competentes de este ministerio para examen y decisión que corresponda”.
En el Ministerio de Relaciones Exteriores indicaron que no han recibido ninguna comunicación oficial sobre el caso y que procederán a realizar las indagaciones pertinentes.
El general Alfredo Stroessner estuvo en el poder en Paraguay durante casi 35 años, de agosto de 1954 a febrero de 1989.
La polémica. El lunes 7 de mayo, el diario ABC Color informó sobre este caso que estaría promoviendo Martín Almada, Premio Nobel Alternativo. Almada solicitó a la Comisión Verdad y Justicia de Paraguay, “pedir al archivo del terror los antecedentes” de Benítez sobre el asunto de los libros.
Almada señaló en la publicación que Benítez levantó en 1976 un inventario de libros marxistas en el Seminario Mayor. Además, sostuvo que “en el archivo del terror” consta que perjudicó a un obrero, supuestamente comunista, que trabajó en el ejército y que murió víctima de la tortura.
Benítez arguyó que la información “es a todas luces tendenciosa” y dijo que tiene “una reputación ganada con trabajo responsable y de muchos años”.