Una veintena de trabajadores municipales inició este lunes la recolección de escombros dejados por el incendio del viernes pasado cuando, en cuestión de 25 minutos, el fuego acabó con el emblemático edificio del Liberty Hall, más conocido como el Black Star Line.
Para estas labores de limpieza, se contó con equipo pesado proporcionado por el Ayuntamiento local y la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva).
“¡No, no, eso no es basura. Por favor, llévenla a aquella oficina!”, exclamó la empresaria Xinia Rose, al descubrir que uno de los obreros estaba por lanzar dentro de una vagoneta la vieja pizarra que, por décadas, fue el medio de comunicación para anunciar las actividades sociales en ese sitio.
Aparte de este objeto que logró “salvarse”, todos los demás, que fueron consumidos total o parcialmente por las llamas, fueron trasladados al basurero municipal, ubicado en Santa Rosa. Al final de la tarde, allí se habían recibido desechos provenientes de cuatro vagonetas de 12 metros cúbicos cada una.
“La idea es tener el área limpia lo más pronto posible para cuando se ordene arrancar con las obras de reconstrucción”, explicó Winston Norman, presidente de Universal Negro Improvement Association (UNIA), administrador del inmueble.
La organización mantiene conversaciones con el Instituto Tecnológio de Costa Rica (ITCR), la Universidad Latina y el Centro de Patrimonio del Ministerio de Cultura, para elaborar los planos estructurales y eléctricos del edificio, con el objetivo de restaurarlo.
“En este momento, desconocemos cuánto costará volver a levantar el edificio. Por ahora, queda agradecerle a la Municipalidad y a Japdeva por la colaboración prestada”, dijo Norman. Según él, también se procederá a demoler partes del inmueble que corren riesgo de derrumbarse, aunque, para ello, el Centro de Patrimonio debe realizar otra inspección.