Los gemelitos Leonel y Noel, de seis años, terminaron su plato de arroz, un poquito de puré de papa y garbanzos y, como todo estaba tan rico, muy sonrientes pidieron más.
En cambio, Patricia, una niña de ojos tristes y pies desnudos, no tuvo la misma suerte: como no tenía medias qué ponerse, y como en el precario Las Gavetas las aguas negras corren por la libre en la calle, no pudo acompañar a cerca de 50 niños que ayer recibieron un plato de comida caliente, atención esmerada, juegos y cariño por parte de un grupo de jóvenes de los Hatillo 3, 4 y 5, en el sur de San José.
Este comedor infantil funciona los sábados al mediodía desde hace un mes, en la capilla Santa Cecilia, en Hatillo 5, aunque es una iniciativa de un grupo de jóvenes de la parroquia de Fátima, en Hatillo 3. Su principal objetivo es que los niños del precario Las Gavetas se alimenten bien, por lo menos una vez por semana, y también pasen una tarde bonita.
La primera vez que se organizó este almuerzo sabatino llegaron cerca de 30 pequeños. Ellos contaron la experiencia a sus hermanitos y amiguitos, y el grupo ya va por 50.
Y aunque la filosofía de los organizadores es que donde comen 30 comen 100, lo cierto es que, como dependen de donaciones, muchas veces los alimentos escasean para tantos chiquitos.
Aunque la frase no la inventó él, el seminarista Miguel Rivera coincide con que no se puede enseñar el padrenuestro a un niño con hambre. Por eso, preocuparse por que coman bien es la primera parte de un plan que podría ser más ambicioso si más gente colaborara.
“A veces hay que pulsearla mucho para conseguir la comida pues la gente se mantiene indiferente. Los cristianos deberíamos ser más solidarios, sobre todo cuando los beneficios son para los niños”, expresó Rivera.
Además de los almuerzos de los sábados, cuando siempre faltan desde mesas y sillas hasta alimentos y servilletas, este grupo de jóvenes está organizando una cena de Navidad para los niños y sus familias el próximo 24 de diciembre y una fiesta con regalos tres días después. Si usted desea colaborar, ya sea con alimentos, ropa o juguetes, comuníquese con el padre Eladio Solano , teléfono 254-7633.