En cuestión de poco tiempo, Ozempic y otros medicamentos similares se han popularizado. Comenzaron como tratamiento contra la diabetes y poco después se observó su capacidad para ayudar a la pérdida de peso. Posteriormente, algunas publicaciones hablaron de otras bondades, como reducir el riesgo de fallas cardíacas, infartos y accidentes cerebrovasculares. Estos hallazgos los llevó a ser considerados el Hito Científico del año 2023 por la revista Science.
Otras publicaciones destacaron aspectos negativos, como el efecto rebote, problemas gastrointestinales, pérdida de cabello e incluso se investigó si producía ideación suicida.
Sin embargo, este 20 de enero, un estudio publicado en la revista Nature Medicine, presentó los resultados de una investigación que mapeó los riesgos y beneficios de estos medicamentos tomando en cuenta los datos de más de 2 millones de personas durante 3,6 años.
En resumen: hay aumento de riesgo de artritis, pancreatitis y algunos males digestivos; pero también hay indicios de que bajan el riesgo de males del corazón, de riñón y complicaciones del alzhéimer y otros trastornos neurológicos.
En total, la investigación detectó un descenso del riesgo para 42 condiciones de salud y un aumento para 19.
“Nadie había investigado extensivamente la efectividad y los riesgos de estos fármacos en todos los aspectos de la salud”, dijo en un comunicado Ziyad Al-Aly, coordinador del análisis.
Para entender mejor los datos, La Nación revisó la publicación y habló con el endocrinólogo Berny Roldán Abellán.
“Da para emocionarnos con la parte positiva, pero para ser más cautos con la negativa”, destacó Roldán.
¿Cómo funcionan Ozempic y los medicamentos similares?
Entender el funcionamiento de estos fármacos también permite comprender mejor los riesgos y beneficios.
Ozempic es parte de una familia de medicamentos llamada agonistas GLP-1. Un agonista es una sustancia que “enciende” la actividad de una proteína, hormona o tejido.
GLP-1 se refiere en inglés a glucagon-peptide-like. El glucagón es una hormona que el intestino produce al recibir alimentos. Es uno de los responsables de regular el apetito. Cuando esta hormona se libera envía señales al cerebro para que genere sensación de saciedad.
El agonista GLP-1 más conocido es la semaglutida, principio activo de Ozempic, Wegovy y Rybelsus. También está la dulaglutida (Trulicity), la exanatida (Byetta), la liraglutida (Victoza Saxenda) y la Lixisenatida (Adlyxin).
Estos medicamentos son inyectables y se asemejan a un bolígrafo o lapicero, aunque también hay versiones de medicamento oral. Se aplican en diferentes dosis, según la necesidad del paciente.
¿Cómo se hizo el estudio de los riesgos y beneficios de Ozempic?

Los investigadores utilizaron la base de datos del Departamento de Veteranos de Estados Unidos. Con ello, elaboraron una cohorte de 215.970 personas que iniciaron tratamiento con agonistas GLP-1. Se les comparó con 1.203.097 que habían iniciado con otros fármacos para bajar de peso y un grupo de control de otros 1.203.097 que ya llevaban tiempo con su tratamiento. Se depuró la información para incluir 1.955.135 participantes.
Los científicos tomaron 175 condiciones de salud y las compararon según los diferentes grupos, para ver si había diferencias entre quienes consumían agonistas GLP-1 y quienes tenían otros medicamentos prescritos.
Así fue como vieron beneficios, pero también eventos adversos que no se habían estudiado a fondo. Hubo 42 beneficios, 19 riesgos y 114 condiciones para las que no hubo efecto.
Lo bueno del Ozempic y fármacos similares
Estos son algunos de los beneficios:
Adicciones. Se mostró menor riesgo de desórdenes por uso del alcohol, marihuana, estimulantes y opioides.
Trastornos mentales. Se mostró menos probabilidades de ideación suicida, autolesiones, bulimia, esquizofrenia y otros desórdenes psicóticos.
Trastornos neurológicos. Se asoció con menor riesgo de convulsiones, desórdenes neurocognitivos, demencia y alzhéimer.
Salud circulatoria. Menores probabilidades de problemas de coagulación, trombosis, embolias e hipertensión pulmonar.
Salud cardiovascular. Riesgo menor de paro cardiorrespiratorio, infarto al miocardio, falla cardíaca y accidentes cerebrovasculares.
Infecciones. Menor riesgo de infecciones bacterianas y de septicemia.
Salud respiratoria. Menor riesgo de neumonía y falla respiratoria.
Otros resultados satisfactorios. Menores probabilidades de anemia, dolor muscular, falla hepática, inflamación intestinal y cáncer de hígado.
¿A qué se deben tantas bondades? Al-Aly dijo que hay dos posibles vertientes que llevan a este resultado, no necesariamente excluyentes.
La primera es que la biología humana y su interacción con los medicamentos es muy compleja y es múltiple.
“Si tocas una cosa crearás una red de varios efectos”, resumió.
Los GLP-1 actúan inicialmente en el intestino, pero también en esa señal que llega al cerebro sobre la saciedad. Esto afecta zonas involucradas en el control de los impulsos y la señalización de recompensa, y podría explicar por qué ayudan a mitigar los problemas de adicción.
Por otra parte, estos medicamentos también mejoran los vasos sanguíneos, y al hacerlo tendrían un efecto potencial sobre el corazón.
La otra vertiente es más sencilla. Y es que al reducir la obesidad esto crea un efecto en cadena de otras enfermedades. La obesidad es en sí misma un factor de riesgo para males cardiovasculares. Entonces, con solo atender este problema se bajaría el riesgo de otras enfermedades más complejas.
Roldán coincidió con esta segunda vertiente, considera que solo atacar la obesidad ya baja el riesgo de muchas otras condiciones. Por eso mismo es que todavía no se propone usarlo para otras indicaciones más que para diabetes o bajar de peso.
Lo malo del Ozempic y medicamentos similares
Estos medicamentos se asociaron a efectos negativos también. Estos son algunos:
Salud digestiva. Mayor riesgo de dolor abdominal, náuseas, vómitos, gastritis, gastroenteritis, diverticulitis (bolsas abultadas irregulares inflamadas en la pared del intestino grueso). Mayor riesgo de males del páncreas.
Dolores. De cabeza y de articulaciones.
Otros riesgos. Hipotensión (presión baja), síncope (pérdida de conciencia súbita), desmayos, artritis, inflamación en riñones, cáncer de tiroides. Cabe destacar que el medicamento ya tenía advertencias de posibles riesgos para el páncreas.
Uno de los problemas, para Roldán, es el uso indiscriminado e inadecuado de estos tratamientos. En Costa Rica son de venta libre, por lo que personas que no lo necesitan pueden comprarlo o usarlo sin la debida guía. A esto se le unen profesionales de la salud que lo indican de forma inadecuada.“Hay personas dentro del ámbito de la salud que utilizan en dosis subóptimas, prometen resultados mayores de los que pueden esperarse y ganan dinero a costa de desinformación”, subrayó Roldán.
¿Usar o no estos tratamientos?
Si usted ya usa alguno de estos fármacos, la recomendación de los especialistas es no suspenderlo y consultar con su médico.
Si usted no ha comenzado a utilizarlos, pero lo está considerando, tome en cuenta que, pese a sus beneficios, no son para todas las personas y que esto no sustituye una buena alimentación y ejercicio. Además, todo medicamento tiene efectos secundarios y por eso debe ser recetado y su uso monitoreado.
Asimismo, lo que funciona en algunas personas no funciona en todas, y usarlo sin supervisión médica puede ser dañino.
“Aquí, aunque suene trillado, es usar la frase ‘consulte con su médico’. Es muy riesgoso usarlo sin receta, también es riesgoso dejarlo de usar si a usted se lo recetaron. Ante la duda, consúltenos”, concluyó Roldán.