Aunque ya pasó por el Tribunal de Casación Penal, la historia del conflicto entre unos vecinos de Garabito, Puntarenas y los socios del Club Punta Leona, por la apertura de un acceso público a la playa del mismo nombre, aún no tiene punto final.
El pasado viernes, los directores del club abrieron un camino, pero su trazo es ahora el centro de discusión, pues algunos vecinos consideran que ese trayecto no es el que los tribunales ordenaron abrir en octubre pasado en esa playa del Pacífico.
El conflicto se inició en 1995 y gira en torno a un acceso que va de Cuesta Chiqueros a playa Mantas que, según los miembros del Club, es privado, mientras que los vecinos dicen que es público.
Los representantes del Club abrieron la trocha luego de conocer una resolución del Tribunal de Casación Penal, del jueves pasado, en la que se rechaza un recurso de revocatoria en contra de un fallo de casación.
En ese fallo se declaró firme una sentencia dictada por el Tribunal Penal de Juicio de Puntarenas en octubre del 2001, en la que se absolvía del delito de usurpación de dominio público a Eugenio Gordienko y Guillermo Carranza, directivos del club.
El tribunal puntarenense también declaró público un camino que se utilizaba en 1938 para llegar a esa playa, a la que, desde hace unos años solo los socios tienen acceso; otras personas deben hacerlo por vía marítima.
Según el representante legal del Club Punta Leona, Mario Pacheco, esa sociedad cuenta con el testimonio de 35 vecinos y planos que señalan que el camino de 1938 era una trocha que ya no existía y que es la que sus representados están abriendo.
Afirma que ese no es el camino que Punta Leona construyó en 1973, y que se encuentra cerrado con un portón. Este es, precisamente, el camino que los vecinos exigen que se abra.
Santiago Santiago Chepe, líder del movimiento comunal para abrir el camino, mantiene su postura de que la trocha abierta por Punta Leona no es la que la sentencia ordena abrir.
"Ellos tienen que abrir el camino que ha existido siempre. Ellos compraron eso y el camino ya estaba abierto. Ellos pueden decir misa y procesión, pero la verdad es la que dice la sentencia", insiste Santiago.
Pacheco advirtió que piensa continuar con la lucha legal por el camino, y llevar el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington, y la Sala IV.