Aunque Óscar Arias asegure que aún le faltan horas de consulta con la almohada para decidir si se lanza por una tercera vez a la contienda electoral, no rechazó dar una opinión sobre la situación actual del Gobierno.
El expresidente (1986-1990; 2006-2010) aseguró que al Gobierno le falta rumbo y claridad intelectual, pues a su criterio ni el presidente Luis Guillermo Solís ni sus ministros saben a qué se refiere el cambio político prometido.
"El problema fundamental es no saber hacia dónde vamos; qué se quiere", comentó el exgobernante en su casa de habitación, en Rohrmoser, donde recibió al gobernador de la provincia venezolana de Lara, el opositor Henri Falcón.
Luego de una reunión de una hora y media con el político de Venezuela y de una rueda de prensa sobre esa cita, Arias le respondió a La Nación que la salida de ministros no significa mayor cosa como síntoma de un buen o mal gobierno.
En ese sentido, apuntó que todos los gobiernos pierden ministros, por una u otra razón. En menos de una semana, el gabinete de Luis Guillermo Solís perdió a su viceministro de Agricultura, José Joaquín Salazar, y a su ministro de Trabajo, Víctor Morales Mora.

De hecho, en su segunda administración, Arias terminó solo con el 38% de los jerarcas con los que empezó a gobernar.
En su tercer año de mandato, a Laura Chinchilla (2010-2014) ya conservaba solo el 30% de sus nombramientos originales.
"Parte del problema es no saber en qué consistía el cambio que se les prometió a los costarricenses", machacó Arias Sánchez.
Democracia disfuncional.
Para el exgobernante, que tuvo en su segundo periodo una mayoría legislativa de 25 curules y varios partidos aliados, otro de los problemas es lo que considera "una democracia disfucional".
Según Arias, este sistema democrático no permite alcanzar acuerdos entre las fracciones políticas, que en la actualidad llegan a nueve representaciones en el plenario del Congreso y una legisladora independiente.
Tanto así que las sillas oficialistas solo llegan a 13, mientras que el mayor partido de la oposición, Liberación Nacional, tiene 18 asientos en el pleno legislativo.
"En la democracia disfuncional en que vivimos es imposible llegar a acuerdos para cosas urgentes e importantes, como todos sabemos, la reforma tributaria, por ejemplo", apuntó el exmandatario.
La decisión de Arias sobre una eventual aspiración presidencial, por tercera vez, tiene abiertas las posibilidades en el PLN, donde ya el presidente del partido, el también exmandatario José María Figueres (1994-1998), dijo que anunciará su futuro político, que podría significar también precandidatura, el 2 de abril.
La reunión con Henri Falcón, gobernador de Lara, derivó en la consideración de que uno de los requisitos para que en Venezuela se siente un verdadero cambio político pasaría por la renuncia de Nicolás Maduro a la presidencia de ese país.
Falcón apuntó, a diferencia de Arias, que ese es un asunto voluntario de Maduro y que está en sus manos, totalmente.
