
Siquirres, Limón. La atención de los niños en riesgo social en Pococí, Guácimo y Siquirres está en crisis, tanto así que los mismos funcionarios del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) califican la labor de deficiente.
Randall Quirós, asistente del PANI en Siquirres, indicó que solicitaron, desde el 2001, la asignación de más recursos pues con los fondos actuales "no se puede atender a la niñez, la cual está prácticamente desprotegida".
Durante 38 años, la oficina en Siquirres trabajó con solo un abogado (quien además es el coordinador), un psicólogo, un asistente y un trabajador social para brindar atención a las denuncias.
Con un solo vehículo cubrían los tres cantones. En agosto de este año, el PANI abrió una sede en Pococí para asumir los casos de este cantón, los cuales representan el 70 por ciento del total que se atendía en Siquirres.
Para realizar el traslado de expedientes de una oficina a otra, era necesario actualizar la información. Sin embargo, tres meses después, solo 15 casos fueron atendidos.
Los 300 restantes están archivados y en Siquirres aseguran que no cuentan con el personal suficiente para atender las nuevas denuncias. Menos -dijeron- darles seguimiento a los procesos que pertenecen al cantón de Pococí.
Según Quirós, esa misma carencia de recursos los llevó a rechazar la atención de una denuncia y ahora enfrentan una investigación administrativa.
Albergue. La oficina del PANI en de Siquirres tiene a su cargo el funcionamiento de un albergue de niños en la vecina ciudad de Guácimo, el cual está diseñado para una población de 10 menores, aunque en este momento hay allí 24 menores.
Nicasia Ruiz, también funcionaria del PANI, informó de que en teoría este albergue debería pertenecer a la oficina de Pococí.
Sin embargo, es su equipo el que les da atención psicológica a los niños y el que debe realizar todo el manejo técnico.
Ambos funcionarios consideran que aunque la oficina de Pococí es necesaria, esta tiene el mismo problema que la de Siquirres: falta de fondos.
De acuerdo con Ruiz, en el caso de Pococí ni siquiera se cuenta con un vehículo para traslados.
Se intentó conocer la versión de Rosalía Gil, presidenta del PANI, pero no se pudo localizar.