
Los directores y auxiliares administrativos de los 6.250 colegios y escuelas públicas del país están obligados nuevamente a revisar los bultos de sus estudiantes.
La Sala Constitucional rechazó los tres recursos de amparo que pretendían frenar la medida impulsada por el Ministerio de Educación Pública (MEP) el 25 de febrero de este año.
Durante los últimos dos meses, los encargados de los centros educativos tuvieron que suspender la acción porque la Sala IV acogió para estudio los recursos presentados por la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE) y el Movimiento Libertario.
El ministro de Educación, Manuel Antonio Bolaños, dijo que la medida vuelve a ser obligatoria desde ayer, y que la directriz ya se giró hacia las instituciones.
“Tanto la Constitución Política del país como los derechos de la niñez nos respaldan, estamos defendiendo el derecho a la vida de los estudiantes”, comentó Bolaños.
Rocío Solís, coordinadora de la oficina de la Niñez y la Adolescencia del MEP explicó que aún no se conocen “los por tantos” que argumentaron los magistrados para rechazar los recursos.
Con la revisión de los maletines de los alumnos las autoridades pretenden detectar armas, drogas y otras sustancias.
La medida surgió luego de que dos estudiantes de la Unidad Pedagógica de La Florida de Tibás resultaron heridas cuando a un colegial se le activó una pistola que llevaba entre sus cuadernos. Esto sucedió durante la primera semana de clases de este curso lectivo.
“Nos sorprende y preocupa mucho la cantidad de drogas que hemos encontrado en los bultos de los muchachos. No lo tenemos cuantificado, pero sí es bastante, agregó Solís.
Danilo Rojas, presidente de la APSE, lamentó la decisión de la Sala, pues considera que la revisión de maletines viola la privacidad de los estudiantes.
“La violencia en las aulas no se elimina con más violencia. La revisión de bultos no es suficiente”, sentenció el dirigente.
A medias
Directores consultados por La Nación aceptaron que aún no han recibido ningún comunicado por parte del MEP, por lo que tienen sus reservas sobre cómo y cuándo se debe aplicar la medida.
Las opiniones de los estudiantes están divididas.
Por ejemplo, Katherine Castillo, de sétimo año de la Unidad Pedagógica de la Florida de Tibás dijo que no le gusta que vean sus cosas personales.
Marlon Padilla, de octavo Liceo de Moravia sí está de acuerdo para que haya más seguridad en su colegio.
Colaboró el corresponsal Hárold Brenes