El rumor empezó a correr pero pocos le daban crédito. Después la versión fue reiterada e intensa hasta que se concretó hace dos semanas, cuando la noticia cayó como un balde de agua fría para los cerca de 5.000 ticos que viven en Florida, Estados Unidos: el restaurante de comida costarricense El Chirripó cerró sus puertas.
Ticos como Carlos León Herrera, con cinco años de residir en Estados Unidos, comentaron la decisión con estupor. "Nos quedamos sin rincón tico acá en Miami (...), ya no volveremos a saborear los ricos casados, gallopinto, aguadulce, lengua en salsa, arroz con pollo y tamales", dijo mediante un correo electrónico enviado a este diario.
El Chirripó, que este mes cumplía su segundo aniversario, fue vendido por Enrique Solís oriundo de San Isidro de El General a la cubano-estadounidense Cary Villalón.
Se intentó conversar con Solís, quien vive en Miami desde hace 18 años, pero en su oficina nos informaron de que se encontraba en Atlanta. Sin embargo, allegados y la nueva propietaria del restaurante dijeron que el antiguo dueño piensa dedicarse a otros negocios.
Villalón anunció que el restaurante sufrirá algunas variantes significativas. De ahora en adelante se llamará Don Pepe y el menú será de comida internacional.
Hace un año María Travierso corresponsal de La Nación en Miami dio cuenta del éxito de El Chirripó en un reportaje especial con motivo del primer aniversario.
Allí llegaban Adolfo Montero, alias Gorgojo, y grupos musicales como La Banda y Marfil. No faltaban las transmisiones televisivas del futbol tico, que arrancaban a menudo la expresión "¿cómo le quedó el ojo, papá!".
León lamentó también la ausencia del ¡pura vida!