SIERPE (Osa, Puntarenas). Era un buen día, al menos, mejor que otros. Pasaban las 8 a. m. del pasado martes y Sixto Alberto Gómez, un niño piangüero de 11 años, vecino de Boca de Guarumal, tenía un pedazo de pescado para comer. Pero esta vez incluso pudo acompañarlo con un poco de arroz.
Comer, un verbo que resulta cotidiano para mucha gente en el área metropolitana, se convierte en un reto que deben vencer, todos los días, unas 120 familias que sobreviven en los islotes de los manglares del río Sierpe, en el distrito del mismo nombre.
Viven en ranchos construidos con cañas de bambú, cartones sucios, plásticos y, los más sofisticados, con techos de zinc viejo.
No tienen agua potable; solo subsisten con la que sacan de rústicos pozos. Tampoco hay electricidad; cuentan con fuego y la leña para calentarse y comer, y los más “pudientes” tienen plantillas de gas.
Trabajo duro
Su único medio de subsistencia es la captura de piangua, un marisco muy apetecido pero que está escaseando debido a la explotación desmedida.
En el oficio labora toda la familia. Una vez que un niño llega a los siete años es candidato a trabajar.
Les pagan ¢1.200 por cada 100 pianguas, pero en estos momentos a veces no extraen del barro ni 200 por día.
“Se vive como Dios quiere y de vez en cuando el IMAS manda algunas comederas, pero si la marea y el clima son malos, no hay piangua y no hay comida”, dijo Domingo Espinoza Angulo, fiscal de la Asociación de Piangüeros Unidos de Sierpe.
El transporte, tanto de los vecinos como de la propia piangua, también es otro problema.
Ahora, y gracias a gestiones de la Asociación, ya varios piangüeros tienen motores para sus botes.
Esto les permite comunicarse con Sierpe en un tiempo promedio de una hora y a Ciudad Cortés en unas dos.
Sin embargo, todavía quedan muchos que solo cuentan con un remo.
Para la gerente regional de Instituto Mixto de Ayuda Social, Xinia Espinoza, esta zona es prioritaria dentro del Plan Vida Nueva y se está trabajando en un proceso de formación con una 20 familias.
“Se busca un cambio de mentalidad, capacitación y ayuda para que generen producción de autoconsumo. La idea es arrancar este mes”, indicó Espinoza.