El régimen de pensiones por Invalidez de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) está inflado con un número aún no calculado de personas que no contribuyeron los años necesarios para jubilarse por vejez.
Esto ha provocado que en Costa Rica haya casi la misma cantidad de pensionados en ambos planes: 39.800 por vejez frente a 38.800 por invalidez.
“Es como si el país hubiera enfrentado una guerra civil (por la cantidad de inválidos)”, comentó preocupado el presidente ejecutivo de la Caja, Eliseo Vargas.
Las autoridades de la entidad coinciden en que esta situación se debe a la baja afiliación al régimen antes de 1975.
Así lo confirmaron en una entrevista con La Nación el gerente de pensiones, Juan Luis Delgado y el director administrativo de pensiones, Ubaldo Carrillo.
Según Carrillo, antes de 1975 no era obligatorio afiliarse al Régimen de Pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM).
A partir de entonces se dio una afiliación masiva de trabajadores, muchos de los cuales esperaron años para comenzar a cotizar.
Por eso, gran cantidad de estos empleados llegaron a la edad de pensionarse sin haber cumplido con las 240 cuotas mínimas para jubilarse por vejez.
Deterioro físico
Así las cosas, centenares o quizás miles de contribuyentes en esta situación obtuvieron el beneficio por invalidez gracias a un diagnóstico médico conocido a lo interno de la Caja como “deterioro físico avanzado”.
Aquí se ubican muchos de los pensionados por lumbalgias, artritis, senilidad o algún trastorno nervioso, que llegaron a los 65 años con un mínimo de 120 cuotas pagadas (10 años de pago).
Según Delgado, aunque se trata de una pensión por invalidez, en realidad lo que la CCSS reconoce es el deterioro normal de un cuerpo que ha trabajado 30 años o más.
Estas personas han derivado en el abultamiento del régimen, que representa un desembolso anual de ¢26.447 millones, el 32,4 por ciento de los ¢81.628 millones que pagó el año pasado la CCSS entre todos los pensionados de IVM.
Esos 38.800 pensionados por invalidez recibieron en diciembre pasado una pensión promedio de ¢56.782, frente a los ¢77.963 en promedio que recibieron quienes se jubilaron por el régimen de vejez.
Régimen atractivo
Pero aún cuando el monto mensual de las pensiones por invalidez es inferior a las rentas por vejez, el régimen puede resultar atractivo para algunas personas. Por ejemplo, la media de los pensionados por invalidez lograron este beneficio cuando apenas cumplían 55 años, 10 menos que los necesarios para jubilarse por vejez (a los 65 años).
El director administrativo de pensiones, Ubaldo Carrillo, reconoció que esta situación los ha obligado a replantearse la necesidad de modificar los procedimientos para declarar a un trabajador con un grado de invalidez que amerite su jubilación.
Por eso, no se descarta que dentro de la próxima reforma al IVM, también se plantee una recalificación de la invalidez.
Esto permitiría garantizarle una pensión completa a los grandes inválidos, o personas que sufrieron una enfermedad que los incapacitó de por vida para ejercer sus funciones. El resto recibirían una pensión inferior que es proporcional al grado de su lesión.