Virginia Grütter fue una mujer leyenda, una que sobrevivió a mil vicisitudes y dolores, que nunca acalló su sinceridad y que enriqueció la cultura nacional como escritora, poeta, directora teatral, actriz, maestra y amiga. Ayer, a los 70 años, falleció la mujer y le sobrevive el mito.
La Grücomo se le conocía murió de un paro respiratorio, cerca de las 10 a. m. de ayer, mientras estaba hospitalizada, según confirmó Maribel Lorenzana, una allegada a la artista y a su familia.
En la tarde y noche de ayer su cuerpo fue velado en la Funeraria del Magisterio Nacional en Paseo Colón.
Virginia amó Puntarenas, el puerto donde creció; por eso, hoy, a las 11 a. m., se realizarán sus honras fúnebres en la Catedral de esa provincia y después será enterrada en el cementerio puntarenense.
Gr,tter es una de las artistas más importantes de la segunda mitad del siglo XX, así lo aseguró el escritor Alfonso Chase.
"Lo más bello en Virginia Gr,tter fue su solidaridad y su sentido del humor. Aún su furia y su dolor fueron hermosos, porque le nacían del alma. Con su desaparición, aparente y circunstancial, se apaga una parte del espíritu colectivo de resistencia, dignidad cívica y compromiso social", expresó.
Daniel Gallegos, dramaturgo nacional y fiel amigo de Virginia. Estaba muy dolido con el deceso. "Fue un ser humano muy especial. Como amiga fue muy grande, como ser humano la admiré y como poeta, Virginia es de las grandes representantes de la lírica femenina de este país", dijo.
Para él, ella no fue bien aceptada en el país y solo el tiempo la pondrá en su lugar.
Para el actor y director Gerardo Arce es la pérdida de una pionera del teatro costarricense. "Era una persona franca, de posiciones claras a la que le gustaba decir las verdades", detalló. La escritora Eulalia Bernard lamentó la partida de una mentora.
Vida difícil
Gr,tter, la que no le recomendaba su vida a nadie, fue polifacética y su historia verdadera se desarrolló en Alemania, Cuba, Nicaragua, Chile y Costa Rica.
Su vida definitivamente no fue fácil. Vivió parte de la Segunda Guerra en Alemania, perdió a su esposo Carlos Pérez en Chile y peleó en Nicaragua. Además, estuvo en Cuba, donde trabajó como asesora de teatro y subdirectora de la Casa del Teatro.
Era una dama sensible, no frágil, que luchó con la izquierda y que en 1998 participó con el partido Fuerza Democrática.
Como leyenda en vida, su fama no se quedó en la pequeña Costa Rica. Su rostro, sus recuerdos y sus pensamientos quedaron grabados en la película documental Virginia Gr,tter, más fuerte que el dolor . El filme fue realizado en Alemania por la cineasta independiente Quinka Stoehr.
Fue escritora prolífera y explotó su poesía, sobre todo en la últimas décadas. Entre sus libros están Dame la mano , Boris (novela que también se llamó Los amigos y el viento ), Cantos de cuna y de batalla y Canto a mi tiempo .
"Nos quedan sus poemas, sus novelas, la risa prodigiosa de una mujer que resistió hasta lo último, en la batalla entre la luz y las sombras", concluyó Alfonso Chase.
Colaboró en esta información la redactora María Montero.