La posibilidad de que varios expolicías estén involucrados con las bandas asaltantes que han operado, últimamente, es casi un hecho pues el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) considera que son los encargados de planificar los atracos.
El director interino de la policía judicial, Jorge Rojas, manifestó que estas organizaciones podrían ser similares a la que actuó en el asalto a la agencia del Banco Nacional de Santa Elena, Monteverde de Puntarenas, en la cual figuraban dos exoficiales del Ministerio de Seguridad Pública (MSP).
Según fuentes judiciales, los exagentes serían los responsables de planificar los asaltos, aunque también participan en la ejecución del golpe.
Los jerarcas del OIJ consideran que cuentan con buenos indicios para detener a los autores de la ola de atracos que, en pocas semanas, sustrajeron más de ¢100 millones.
La posibilidad de que extranjeros estén participando en tales hechos delectivos es mínima ya que las investigaciones que realiza el OIJ solo apuntan a costarricenses.
En la mayoría de ocasiones, los foráneos son los encargados de la logística, pero en esta oportunidad la policía considera que no hay participación extraña. Esto hizo pensar al OIJ que solo personas con entrenamiento militar estarían detrás de los asaltos.
Rojas confirmó la versión de que los delincuentes que secuestraron, a finales noviembre, a Carmen Venegas, funcionaria de la sucursal del Banco Nacional de Hatillo 6, para asaltarlo, están vinculados con otros golpes recientes.
Asalto avisado
Mientras las autoridades buscan a los asaltantes, una fuente confidencial reveló que los propietarios de la ferretería Maflor -en Llorente de Tibás-, asaltada el sábado pasado, habían sido advertidos de un posible golpe el 31 de diciembre. Sin embargo, no fue ejecutado por distintas razones.
Esta versión fue confirmada por la propietaria del local, Flor Jiménez.
Según explicaron, el 30 de diciembre el guarda del negocio llamó a una de las hijas de Jiménez para indicarle que unos hombres habían llegado para ofrecerle ¢350.000 si colaboraba en Al parecer, el hecho sería perpetrado la noche del 31, mientras la familia se encontraba en Guápiles, Pococí. La llegada de oficiales del OIJ, aparentemente, hizo cambiar de opinión a los delincuentes.
El sábado, el hampa atacó el consabido negocio y se llevó ¢6 millones.
Por otra parte, efectivos de la Fuerza Pública de Desamparados capturaron ayer a cinco individuos que -al parecer- intentarían asaltar la licorera Segura, en San Rafael Arriba de Desamparados.
No obstante, fueron liberados poco después porque no lograron comprobarles nada. Agentes de la policía judicial no descartaron la posibilidad de que estuvieran ligados a varios asaltos.