
Washington D.C. Ayer, esta ciudad estadounidense tuvo un día de fuerte sol, pero con vientos fríos –típicos del otoño– y en ello el clima coincidió con el ambiente en la Organización de Estados Americanos (OEA).
Embajadores y funcionarios volvieron a las labores normales de la Organización, pero era notoria una gran expectativa sobre si la Fiscalía o el Gobierno costarricenses actuarían en contra del secretario general, Miguel Ángel Rodríguez.
Durante la mañana, los embajadores de casi todos los países asistieron a una sesión protocolaria del Consejo Permanente y se preguntaban si en la sesión ordinaria de la tarde la misión costarricense presentaría alguna gestión para destituir a Rodríguez.
También eran comunes las preguntas sobre si ya en Costa Rica la Fiscalía había emitido algún tipo de citación judicial, pues los embajadores están interesados en conocer de primera mano el expediente completo del caso de Rodríguez Echeverría.
El subsecretario de la OEA, Luigi Eunaudi, confirmó que “la situación se va a discutir”, pero que la decisión de hacerlo le corresponderá al Consejo Permanente y a la Asamblea General.
El momento cuando el caso se ponga en la agenda oficial y pase a manos de los cancilleres dependerá precisamente de las acciones de la Fiscalía costarricense.
El presidente del Consejo, Aristides Royo, dijo que en este momento el criterio dominante es que la acusación de una persona (José Antonio Lobo) “no es causa suficiente para que el Secretario General abandone su puesto”.
Incluso, agregó que una eventual citación judicial no necesariamente sería causa para separar a Rodríguez del cargo, ya que “puede haber una acusación frente a un hombre inocente”.
Sí pero no
Sin embargo, este voto de confianza al Secretario General, aunque pareciera poner cuesta arriba las intenciones del Gobierno costarricense de remover a Rodríguez, no coincide con lo que está ocurriendo fuera de la OEA.
Ayer hubo fuertes expresiones por parte de cancilleres de varios países del continente. Naciones como Argentina, Brasil, Honduras, México y otros apoyan la posición del presidente Pacheco de que Rodríguez debe renunciar.
Esto coincide con versiones extraoficiales en Washington de que ya hay varios países dispuestos a apoyar cualquier gestión que Costa Rica haga para convocar una sesión del Consejo Permanente y tratar el tema.
Mientras esto sucedía en Washington, Rodríguez arribó anoche a Haití, después de visitar a su hija en Houston, Texas.