El exconvicto estadounidense Rónald Sacco, conocido como The Cigar (El Puro), lleva a cabo gestiones ante la Dirección de Migración y Extranjería para que le levanten el impedimento de ingreso aquí que pesa en su contra.
Sacco cumplió en su país 18 meses de cárcel en relación con la sentencia dictada por la Corte Federal del Distrito Norte de California por lavado de dinero y apuestas deportivas ilegales.
El norteamericano tuvo en el país un call center (centro de llamadas) que, mediante una línea telefónica gratuita, atendía a apostadores de Estados Unidos.
Sacco fue deportado del país el 4 de julio del 2002 por una irregularidad migratoria, confirmó el director de esa dependencia, Marco Badilla.
Sobre él pesa un impedimento de ingreso por 10 años. De ahí la petición.
“No puedo adelantar criterios, pero es difícil que le concedamos el permiso con esos antecedentes”, comentó Badilla.
Gestiones
La gestión fue presentada a Migración el 8 de julio por Michael Richard Flynn III.
Entre otras cosas, este argumenta que la hija menor del empresario de las apuestas reside en Costa Rica.
La abogada Ana Sophia Lobo autenticó el documento. No fue posible localizarla.
Sacco comenzó a viajar a Costa Rica en 1988. Para esa época tenía otro negocio de apuestas en República Dominicana, actividad que le acarreó problemas judiciales.
Durante su estadía aquí utilizó dos pasaportes. Uno fue expedido en Los Ángeles, California (Estados Unidos) a nombre de Rónald Sacco.
El otro, confeccionado en Belice, lo acreditaba como nacido en Irlanda y nacionalizado en ese país centroamericano.
Lo emitieron a nombre de Ronald O’Mally.
El Puro decía ser “el iniciador de las apuestas electrónicas desde Costa Rica”, consta en la carta presentada a Migración.
Sus problemas migratorios comenzaron a principios de la presente década, cuando se conoció que tenía en su poder una cédula de residencia.
Empero, ese documento no figura en su expediente migratorio, manifestó Badilla.
Además, el 2 de marzo del 2002 Sacco, al parecer, envió a una persona para que le sellara una salida hacia Nicaragua pues estaba por cumplirse el plazo de estadía que le concedió Migración.
Con eso, según Badilla, el estadounidense buscaba que le concedieran un nuevo período de permanencia en Costa Rica.
Sacco se las agenciaba para documentar salidas y reingresos del país en busca de ese beneficio.
En uno de esos trámites, llevado a cabo en el puesto fronterizo de Peñas Blancas, frontera norte, las autoridades descubrieron a otra persona con el pasaporte del estadounidense.
Ante esa anomalía, Migración procedió a deportarlo a Estados Unidos, el 4 de julio del 2002.
Allá lo detuvieron oficiales de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), quienes lo llevaron ante una corte en California.
Esa instancia, aparte de la sentencia de cárcel, le impuso una multa de $275.000.
Ofrece información
En caso de que se le permita volver a Costa Rica, Sacco ofreció brindar información al Gobierno sobre el negocio de las apuestas.
Ayer, el ministro de Seguridad Pública, Rogelio Ramos, declaró que si bien para efectos de su cartera la presencia del norteamericano en suelo costarricense no es de interés, la información podría ser tomada en cuenta.
“Es un hecho que esos negocios están en nuestro país. Vale la pena estudiar esos informes. He enviado el ofrecimiento (de Sacco) al Instituto Costarricense contra las Drogas para que se pronuncie.
“En ese sentido, el ofrecimiento tiene algún valor”, dijo. Sacco tiene su negocio en La Sabana, San José.
Rónald Sacco fue sentenciado el 27 de marzo del 2003 por el juez de la Corte del Distrito, Martin J. Jenkins, por lavado de dinero y apuesta ilegales.
Así consta en la página del Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
Sacco, de 60 años, reconoció los cargos a fin de evitar una alta condena.
La investigación en su contra se abrió el 4 de abril del 2000. Según el acuerdo al que llegó con las autoridades de ese país, Sacco admitió haber llevado a cabo apuestas ilegales en California entre el 1° de marzo y el 30 de abril del 2000.
En su declaración dijo haber reinvertido las ganancias en el negocio de las apuestas.
Aparte de los 21 meses de cárcel impuestos, le fijaron una multa de $275.000 (¢120,7 millones).
Sacco también se comprometió a tres años de libertad supervisada –una vez cumplida su sentencia– a cambio de buen comportamiento.
Las investigación en su contra fueron emprendidas por el Buró Federal de Investigación (FBI) y tributación de los Estados Unidos.
A Sacco también lo investigaron a principios de la década de los 90 por sus actividades de apuestas en República Dominicana.
Es hijo de un barbero y nació en San Francisco, Estados Unidos.
Desde muy temprana edad comenzó con el negocio de las apuestas deportivas, actividad que después al parecer mudó a Los Ángeles, según un reporte del diario estadounidense San Francisco Chronicle.