Un diagnóstico elaborado por la Universidad Nacional (UNA) confirmó que los jóvenes llegan a la educación superior con serios problemas de comprensión de lectura.
El informe Habilidades de Comprensión Lectora de Estudiantes de Primer Ingreso de la Universidad Nacional reveló que solamente un 14% de los alumnos de Estudios Generales, ubicados en la sede central de la UNA en el 2024, entraron con un nivel satisfactorio.
En cambio, un 86% de los jóvenes, con una edad promedio de 19 años, no alcanzó el nivel deseado que deberían tener al salir de secundaria.
En el caso de los alumnos de sedes regionales de la UNA, solamente el 6,3% se ubicaron en una categoría satisfactoria. En total, la muestra tomó en cuenta a 689 alumnos de primer ingreso de esta casa de estudios estatal.
“(...) Esto nos confirma lo que dicen otras investigaciones que se han hecho en el país en torno a la dificultad que tienen los estudiantes para poder hacer sentido de lo que dice un texto: en términos de codificar ellos pueden leer palabras, pero de leer a entender su significado hay una gran brecha.
“Ahí está la mayor deficiencia de nuestros estudiantes de acuerdo al diagnóstico que se está haciendo con la prueba que realizaron”, comentó la evaluadora educativa Eiliana Montero, integrante del grupo que desarrolla un proyecto investigativo con la intención de evaluar habilidades de comprensión lectora de estudiantes en el sistema educativo nacional. Este año están trabajando con colegiales.
Los estudiantes participantes realizaron una prueba estandarizada llamada Dialect que fue desarrollada en Chile por un equipo liderado por la doctora Pelusa Orellana García, en la Universidad de Los Andes. Este examen, que se aplica en dispositivos electrónicos, tiene validez para toda Hispanoamérica, es adaptativo y determinas las fortalezas y debilidades en subprocesos lectores.
En la prueba aplicaron comprensión lectora, y vocabulario y encontraron que los estudiantes tienen muy buenos niveles de vocabulario, tanto en sedes regionales como en la central; no obstante, el problema está en la comprensión de lectura y en cómo el vocabulario se aplica en el contexto de la lectura.
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Resultados no sorprenden
Los resultados de la prueba aplicada a los estudiantes de primer ingreso de la UNA revelan lo que se ha reiterado en los últimos años: los jóvenes están llegando con carencias educativas a las aulas universitarias. El Informe del Estado de la Educación ha señalado reiteradamente que Costa Rica enfrenta una profunda deuda en materia de comprensión lectora..
Para Jennifer León, investigadora del informe del Estado de la Educación, los resultados del diagnóstico de la UNA son lamentables aunque no sorpresivos, pues ya se había advertido de que esto iba a ocurrir.
“Este resultado realmente es preocupante y lamentable, los estudiantes que llegan a la universidad ya han pasado por un filtro, todo el de la educación básica y han aprobado un examen de admisión para entrar a la universidad. Estos datos dicen que el nivel académico con el que ingresan a la universidad en habilidades básicas como lectura y escritura es muy bajo”, comentó la investigadora.
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León agregó que en el IX informe señalaron que el conjunto de decisiones que no se tomaron en el momento oportuno se sumaron a la pandemia, lo que afectaría directamente en las trayectorias educativas de los estudiantes.
Asimismo señaló que para ese análisis encuestaron a docentes de universidades públicas y privadas, quienes coincidieron en las carencias importantes que presentaban los nuevos universitarios en cuanto a la comprensión de lectura y la criticidad.
La investigadora comentó que este tema es de interés para el Estado de la Educación y que lo continúan investigando para el próximo informe, el cual presentarán en agosto.
La investigadora también recordó que un 80% de los jóvenes que salen del colegio no van a la universidad, lo que significa que muchos de los que ya están trabajando posiblemente tienen las mismas carencias en cuanto a la comprensión lectora. Estas habilidades, recordó, son necesarias para “moverse” en la sociedad actual.

La prueba y sus resultados
La aplicación de la prueba es parte del proyecto de investigación del Instituto de Estudios Interdisciplinarios de la Niñez y la Adolescencia (Ineina) de la UNA con el apoyo del Colegio de Licenciados y Profesores en Letras, Filosofía, Ciencias y Artes (Colypro), del Sindicato de Educadores Costarricenses (SEC) y la Fundación Yamuni Tabush.
El proyecto tiene el propósito de evaluar habilidades de comprensión lectora de estudiantes en el sistema educativo nacional.
El grupo que conforma este proyecto está integrado por Roxana Rodríguez Araya, Karol Picado Arce, Eiliana Montero Rojas, Mauricio Molinari Ulate, Luis Diego Conejo Bolaños, Rocío Ramirez González y Rodrigo Ovares Sanabria.
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Para esta ocasión, la prueba se puntuó mediante lexiles, una métrica que permite estimar tanto la habilidad de comprensión en las personas como el nivel de dificultad de un texto.
Gracias a los lexiles, los investigadores pudieron comparar el nivel de exigencia y dificultad de las lecturas que presentan los docentes y lo que los estudiantes de primer ingreso de Estudios Generales de la UNA, en el 2024, estaban capacitados para comprender.
“Lo que es claro es que, a nivel pedagógico, no se da una concordancia entre lo que los estudiantes están capacitados para comprender y lo que los profesores están esperando de ellos”, comentó Eliana Montero.
Para Roxana Rodríguez, directora del Ineina, es interesante identificar estas diferencias porque, a nivel pedagógico, los profesores requieren mediar más textos o conseguir textos más sencillos para los estudiantes y gradualmente ir avanzando en su dificultad.
Los investigadores del proyecto comentaron que, según estándares internacionales, se espera que los estudiantes avancen por el sistema educativo hasta llegar a 1.385 lexiles al final de la secundaria.
Esta vez, el porcentaje de estudiantes que lograron un nivel satisfactorio en comprensión lectora lograron entre 1.185 y 1.385 lexiles. El 86% de sede central y el 94% de sede regional sacaron menos lexiles.
“Esto da luces claras de que realmente las universidades, en este caso la UNA, debe hacer procesos de acompañamiento aún más grandes de los que hace. Nosotros tenemos muchos programas al inicio del ciclo para nivelarlos. Sin embargo, se requieren procesos más prolongados en el tiempo para poder identificar vacíos que traen los estudiantes”, añadió la investigadora del Ineina, Karol Picado.
La autoeficacia lectora o provenir de un colegio privado, entre otras, son variables que estuvieron relacionadas de manera positiva con el puntaje de la prueba de comprensión lectora.
Tras conocer los resultados, el equipo investigador propuso a la UNA, en el corto plazo, compartir los resultados del diagnóstico con los docentes de los cursos que participaron y escuchar sus valoraciones, en particular sobre la comparación de la competencia lectora de sus estudiantes y la dificultad de los textos asignados.
Mientras que, en el mediano plazo, entre otras medidas, sugirieron el diseño y validación de un curso semestral de comprensión lectora por parte de dos especialistas en la enseñanza de esa materia, donde se incorporen los conocimientos más recientes en torno a la pedagogía y modelaje de las habilidades lectoras.
¿Qué se está haciendo?
Una de las recomendaciones del informe final tras la realización del diagnóstico, es que deben definirse, de manera urgente, procesos de intervención educativa para mejorar los niveles lectores de los estudiantes.
La Nación intentó conversar con María Estrada Sánchez, presidenta del Consejo Nacional de Rectores (Conare), para hablar de qué hacen las universidades estatales para tratar las debilidades en comprensión de lectura; anteriormente las casas de enseñanza han informado que ofrecen programas de recuperación en diferentes materias.
Si bien por tema de agenda no fue posible tener una conversación con Estrada, por medio del departamento de prensa la Comisión de Decanas del Conare remitió algunas acciones que están tomando con respecto al tema de comprensión lectora las diferentes universidades.
Entre ellas, la Universidad de Costa Rica (UCR) realiza un diagnóstico de comprensión lectora, diseño de una propuesta pedagógica para su mejoramiento y estimación de su efectividad en estudiantes de primer ingreso a la UCR, entre otras iniciativas.
La Universidad Nacional trabaja en un proyecto de diagnóstico de evaluación de habilidades lectoras en estudiantes de primaria y secundaria mediante el uso de una prueba estandarizada.
En el caso de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), esta cuenta con un voluntariado de estudiantes avanzados de Ciencias de la Educación que apoyan a la niñez en riesgo y vulnerabilidad del centro educativo Cuajiniquil, en Guanacaste.
Las universidades privadas también han encendido alertas al detectar las debilidades con las que los futuros profesionales están llegando a las aulas.
Rosa Monge Monge, presidenta de la Unidad de Rectores de las Universidades Privadas de Costa Rica (Unire), comentó en mayo del 2024 que todas las universidades privadas “están haciendo esfuerzos para nivelar el primer año de carrera”, pues los alumnos llegan con un déficit muy grande en áreas como la lectoescritura.
Ese es el caso de la Universidad Fidélitas. Emilia Gazel Leitón, rectora de este centro de estudios, comentó en esa ocasión que desde el 2021 en esa casa de estudios ofrecen nivelación en diferentes materias para sus nuevos estudiantes, una de ellas es Español, porque han topado con estudiantes que no poseen comprensión lectora y que tienen “pésima ortografía”.
Rezago en competencias lectoras antes de la U
Las debilidades que se detectan en las aulas universitarias, se manifiestan desde los otros niveles educativos. En abril, el EE señaló que Costa Rica enfrenta un rezago estructural en lectura que afecta directamente el perfil de salida del estudiantado.
“Este rezago no es reciente, sino una tendencia persistente que se arrastra desde hace más de una década, y que ha sido acentuada por eventos como la pandemia. Se expresa en una desconexión entre lo que se espera que un estudiante comprenda y lo que realmente es capaz de hacer a la edad de 15 años”, señalaron.
Otro ejemplo del rezago se evidencia con los resultados más recientes de las pruebas PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos, por sus siglas en inglés), en las que Costa Rica pasó de ser líder a presentar un retroceso.
El Estado de la Educación recordó que en el 2009, el país se destacaba entre otras naciones latinoamericanas por su rendimiento en las pruebas PISA.
En ese momento tenía un puntaje promedio de 443, cercano al 449 de Chile y por encima de países como México, Colombia, Perú y Brasil. Para el 2009, la brecha con el promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en ese año era de 56 puntos.
El EE informó que posteriormente, la trayectoria se estancó y el país experimentó un retroceso.
“En 2022, Costa Rica obtuvo 415 puntos, muy lejos de su valor inicial y acercándose a países históricamente más rezagados Por el contraste, países como Perú, Colombia y Brasil, que partieron con puntajes más bajos, han logrado sostener o incluso mejorar sus resultados”, señaló el EE.
