La sonda europea Huygens dio un nuevo paso en la exploración interplanetaria al posarse ayer en la superficie de Titán, el mayor satélite de Saturno y de todo el sistema solar, al cabo de una misión de más de siete años.
"Es un suceso fantástico", dijo Jean-Jacques Dordain, director general de la Agencia Espacial Europea (ESA), durante una conferencia de prensa en el centro de control espacial de Darmstadt, Alemania.
Pocas horas después del descenso, las computadoras de la ESA comenzaron a imprimir las primeras fotografías del nuevo cuerpo astral.
En una de ellas, tomada desde poco más de 15 kilómetros de altura, se observó lo que podrían ser canales e incluso una línea costera, informó la ESA.
La nave Huygens se separó el día de Navidad de su nave-madre, la sonda estadounidense Cassini , que permanece en órbita alrededor de Saturno y sus satélites.
Durante los próximos cuatro años, explorará al planeta de los anillos y a la treintena de cuerpos celestes que lo orbitan.
Este viernes, la sonda europea atravesó, durante más de dos horas, la espesa atmósfera de Titán, a 1.500 millones de kilómetros de la Tierra, en condiciones espantosas: vientos de hasta 500 kilómetros por hora y temperaturas de 180 grados bajo cero, según los primeros reportes recibidos en la Tierra.
En el proceso de descenso, los instrumentos de la sonda recogieron datos sobre el sistema climático de la luna y su atmósfera, rica en metano.
Son datos de gran importancia pues se estima que en Titán se encuentran las condiciones que imperaban en la Tierra hace 3.800 millones de años, antes de que apareciera la vida.