Era cuestión de tiempo y de que apareciera una opción llamativa para al menos un tercio del electorado, inconforme con los partidos tradicionales y desencantado con los políticos.
El surgimiento de una fuerza como el Partido Acción Ciudadana (PAC), y el apoyo que podría tener, sorprendió a ciertos políticos pero no a investigadores que desde 1995, en varios estudios, advirtieron que había un espacio fértil para nuevas opciones.
Los ingredientes estaban listos: fuerte desencanto con los partidos y los políticos tradicionales, apatía hacia la política, deseo de que apareciera una nueva fuerza y confianza en el sistema democrático.
La más reciente encuesta de Unimer halló que el 29,5 por ciento de los electores votaría por el Partido Unidad Social Cristiano, el 22 por ciento por el Partido Liberación Nacional y el 21,6 por el PAC, fundado hace solo un año.
El Instituto de Estudios Sociales en Población (Idespo), de la Universidad Nacional, ha detectado desde 1995 desencanto y desconfianza hacia la clase política, cansancio ante los casos de corrupción e incumplimiento de promesas, pero convencimiento de que la democracia debe fortalecerse y que los partidos son importantes.
"Lo que es sorpresivo es el rápido aumento, pero sí se vislumbraba una tercera fuerza", comentó Irma Sandoval, coordinadora del programa de encuestas de Idespo.
Para Fernando Zeledón, director de la maestría en Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica, hay una serie de tendencias claras:
En las últimas dos elecciones el ganador ha triunfado con escasa diferencia, no hay mayorías consolidadas en el Congreso, existe desafección ciudadana hacia la política y los nuevos votantes no tienen la lealtad partidaria de sus padres. Además, el abstencionismo saltó de 18,8 a 30 por ciento en las pasadas elecciones.
"(Lo que ocurre) es sorpresivo para los que no quieren ver esos cambios", afirmó Zeledón, pero aclaró que para saber si el país está realmente ante una nueva fuerza se necesita esperar el resultado de las próximas elecciones e incluso de las del 2006.
Datos reiterados
Un breve repaso por algunas cifras de los últimos años recuerda las advertencias.
En octubre de 1995 una encuesta nacional de Unimer determinó que para el 65 por ciento de los ciudadanos era necesaria una tercera fuerza.
En junio de ese año otro estudio de la misma empresa registró que el 52 por ciento de los costarricenses estaba seriamente insatisfecho, desmotivado e incrédulo ante el sistema político.
En febrero de 1998 los datos obtenidos por Unimer reflejaron que el 40 por ciento de los encuestados no simpatizaba con ningún partido.
Más recientemente, en octubre de 1999, el 64 por ciento de los entrevistados expresó el deseo de que en el país apareciera un líder con carácter y autoridad.
El fenómeno se intensificó tras las protestas contra el denominado "combo" eléctrico, en el 2000.
En junio de ese año, el 93 por ciento de los consultados afirmó que la revuelta contra "el combo" fue una forma de decir a los dos partidos mayoritarios "que los ticos están cansados de lo que han hecho con el país".