
Doña Lineth, en lo personal ¿cómo valora su desempeño en el Ministerio de la Presidencia?
En lo personal aquí hay muchos elementos, me siento tranquila en la línea que fuimos trazando de un trabajo planificado, ordenado, donde fuimos poniendo los tiempos a los cuales teníamos que ajustarnos no solo por prioridades, sino por la urgencia de atención.
¿Qué es usted más, ahora: vicepresidenta o ministra de la Presidencia?
Creo que en este momento soy, efectivamente, más ministra de la Presidencia, si consideramos que esa agenda se mueve absolutamente guiada en razón de las prioridades que tenemos como gobierno.
¿Le hace falta el segundo vicepresidente?
Mire, yo siento, Carlos, que si nosotros revisamos, nos vamos a encontrar que en muchos países hay un solo vicepresidente. Además, si nos vamos a la Constitución, únicamente la labor del vicepresidente es al momento de que el Presidente sale del país.
Entonces, ¿no le hace falta?
Bueno, nunca ha habido.
¿Usted le huye al protagonismo en los medios?
Yo pienso que es un asunto de estilos. Si usted lo revisa, toda mi vida he estado en funciones que me acercan a los medios, siempre he procurado tener con los medios una buena relación porque creo que son a la vez el medio más adecuado y útil para informar y rendir cuentas de lo que se está haciendo.
Pero como jefa de la Policía Judicial usted era muy reservada...
Siempre, siempre...
Ahora lleva ya tres años metida en la política y sigue siendo reservada...
Yo siento que no, es un asunto muy personal, es un estilo d e trabajo. Búsqueda de protagonismo no, huir de una exposición mediática tampoco, pero sí, yo no ando en busca de protagonismo.
Quizá eso hace que se vea que a veces como que no hay ministra de la Presidencia.
Siempre que un medio de comunicación requiere una información mía, siempre se brinda. En lo que tal vez ha habido algún cambio es que yo considero que en el Ministerio de la Presidencia hay ocasiones en que lo mejor es que el ministerio coordine para que el ministro del ramo dé declaraciones sobre un tema y no que después podamos tener una colisión de opiniones.
En los meses que usted tiene de estar en el ministerio, ¿cuántas veces ha ido a la Asamblea Legislativa a coordinar con los diputados?
Bueno, nosotros, sacando un poco de información por diferentes temas, si revisamos mi agenda de noviembre a mediados de este mes nos vamos a encontrar que tenemos más de 30 reuniones con diferentes diputados de diferentes bancadas. Todas sí a la fecha, se han realizado aquí, en mi oficina.
Entonces ¿usted no ha ido a la Asamblea?
En este momento lo que estamos es precisamente coordinando una agenda distinta sobre algunos otros aspectos y que eso me va a llevar hacia la Asamblea Legislativa a partir de la próxima semana.
¿Le han reclamado algunos diputados que falta su presencia?
Pues en realidad algunos lo han hecho, lo he visto en algunos mementos por un medio de prensa. Yo siento que no es una excusa, sino un análisis de situación. Me parece que la composición de la Asamblea es distinta a lo que se ha tenido y donde a lo que se acudía era a uno o dos jefes de fracción.
¿Se va a dar la vueltita por allá?
Ahh, cómo no, nos vamos a dar más que la vueltita.
¿Usted considera importante la presencia en el Congreso de un ministro de la Presidencia?
A mí me parece que es importantísimo que se procure una buena coordinación. El dónde, me parece que es un asunto de convenir.
¿Los diputados han sido receptivos de sus ideas o propuestas?
Sí, absolutamente; yo agradezco muchísimo el grado de relación que hemos logrado mantener con los diputados.
¿Con algún partido político no habla usted?
Bueno, en realidad, con la única fracción que de manera personal no hemos tenido un contacto es con el Movimiento Libertario.
¿No han hablado?
Ehh, telefónicamente.
¿Los ha invitado a venir?
Si, cómo no.
¿Y han venido?
No.
Tal vez ahora que usted piensa ir a la Asamblea hable con ellos...
Vamos a ver.
¿Lo descarta?
No, para nada.
¿Cómo es su relación con el presidente Pacheco?
Excelente.
¿Cómo es la dinámica de su contacto con él?
Bueno hay días en que pierdo la cuenta de cuántas veces hablamos, otros días lo hacemos de forma más puntual.
¿Usted lo aconseja a él?
Bueno, pues yo procuro llevarle información y procuro recomendar cosas. Por supuesto, el Presidente siempre me ha dado una amplia posibilidad de llevarle comentarios, de expresarle mis posiciones.
¿Quién le presentó a usted a don Abel?
Yo creo que casi como solitos, nos conocimos bastantes años atrás en una actividad que había.
Pero ya en la campaña...
Ahh, ya nos conocíamos.
Doña Lineth, ¿se ha logrado usted quitar la sombra de don Ricardo Toledo que dicen que es como un espíritu omnipresente con el Presidente?
Primero, yo siento que como él mismo lo ha dicho, él tiene una excelente relación con Ricardo. Yo tengo una excelente relación con Ricardo, yo diría que tenemos una relación de amistad desde hace bastante tiempo. Yo no tengo ningún problema personal ni laboral con él. A mí lo que me preocupa siempre es cumplir con mi trabajo. A mí me desvela el sentir que tengo temas pendientes.
¿Que Toledo siga viniendo?
Aquí viene mucha gente. Con Ricardo hay algo muy especial que nos une, el conocernos, el cariño que nos tenemos, el respeto de uno hacia el otro y yo creo que cuando esas son las reglas, pues son reglas claras.
Pero usted no habla todos los días a las 6 de la mañana con don Abel, como don Ricardo...
Pues en ocasiones. En realidad normalmente a esa hora ando corriendo mucho con mis hijos.
¿Usted se considera mano derecha del Presidente?
Yo lo que siento es que soy una buena colaboradora del Presidente, que hemos logrado establecer una relación de equipo, nos hablamos con sinceridad, nuestras posiciones son siempre claras.
¿Don Abel toma en cuenta lo que usted le aconseja?
En muchísimas ocasiones no es solo un asunto de tomar en cuenta, sino que son temas que tomamos, que analizamos, que revisamos, y realmente la relación que tenemos es muy amplia.
¿Han disentido?
Claro, cómo no. Yo creo que cuando usted habla con claridad con una persona es normal que alguien disienta. Si usted me dice si he tenido algún disgusto fuerte con él, ninguno.
¿Usted espera terminar el Gobierno en ese ministerio?
Yo había hecho una planificación de agenda que distaba bastante del Ministerio de la Presidencia. Siempre he colaborado con el presidente Pacheco en todas las áreas que me ha pedido, siempre y cuando me sienta en la posibilidad de hacerlo, así es que, vamos a ver.
¿Si él lo quiere, usted termina ahí?
Es muy probable.
¿Usted tiene aspiraciones políticas?
En realidad, la política nunca me llamó la atención. Estuve en una institución apolítica...
¿Pero la tentó y cayó?
Yo le he dicho al Presidente que él es tan buen psiquiatra que me convenció, porque yo estaba en una institución que quiero y respeto muchísimo (el OIJ).
¿Tiene aspiración política?
No, no, no, en realidad, yo nunca pensé en el asunto político. Mi afán ha sido de trabajo, quizá si tuviera esa línea mi agenda sería mucho más protagónica.
¿Y su esposo (Róger Carvajal, presidente del Instituto Nacional de Aprendizaje) sí tiene aspiración política?
Pues mi esposo estaba ya pensando en retirarse de las arenas políticas y él dice que cuando él se iba a salir yo me metí y en este momento estamos ambos.
¿Es cierto que usted ha recibido amenazas personales o su familia?
Aquí en algunos momentos han llegado algún tipo de amenazas, pero eso no deja de ser casi normal. Si le digo que tenía mucho más cuando estaba en el OIJ.
¿Usted tiene seguridad personal?
La que tengo desde que inicié la administración.
¿Su familia?
De alguna forma.