
La empresa Hermes Soft, antigua proveedora del correo electrónico costarricense.cr , pidió a Radiográfica ¢10 millones mensuales por permitir el acceso de los usuarios a sus viejos mensajes.
Los clientes de esa página web no han podido ver sus correos enviados y recibidos antes del 15 de enero, cuando Radiográfica Costarricense (Racsa S. A.) pasó los datos a sus propios equipos.
El problema es que el traslado no incluyó los mensajes viejos y estos aún están en las computadoras de Hermes Soft, sin que los abonados puedan verlos.
La web costarricense.cr tenía registrados 350.000 casilleros de correo, aunque solo unos 280.000 clientes estaban activos.
Esa compañía se encargó de dar soporte a la web de costarricense.cr hasta el 31 de octubre del 2006, fecha en que concluyó el contrato que mantenía con Racsa.
Ana Cristina Murillo, gerente general de Hermes, pidió a su homólogo de Racsa, Róger Carvajal, autorización para dar el servicio, una dirección IP y $20.000 mensuales por el tiempo que tarde la prestación del servicio.
Con la oferta se pretende solucionar un problema originado por decisiones de Racsa, dijo Murillo.
Sin migración. La representante de Hermes Soft agregó que Racsa nunca se interesó en tramitar la migración de correos electrónicos.
“Hicimos varias reuniones para ver el plan de migración y ellos (Racsa) dijeron que solo les interesaba los pasword y la lista de contactos, pero no los correos”, dijo.
Aun así, agregó, le hicieron una oferta con el costo por hora por el trabajo de los técnicos para la migración, pero Racsa no contestó.
Por su parte, Róger Carvajal aseveró que Racsa hizo la solicitud oportunamente y que en diferentes momentos han intentado llegar a un acuerdo con Hermes Soft, pero ha sido imposible.
Dijo que esta semana se reunió con el representante legal de la empresa y quedaron en hacer una nueva propuesta para un finiquito.
“El plan debe incluir el plazo para el traslado, costo y la disponibilidad de la información para los usuarios”, declaró Carvajal.
Para el directivo de Racsa, Pablo Ureña, es un derecho de los usuarios el acceso a información de su propiedad, “y esto no puede ser impedido por Racsa ni por Hermes Soft”.
Según su criterio, Racsa no debe pagar por el acceso a esos datos y puede hacer la migración con su propio personal y equipos.
Tras asumir el servicio, unos 7.000 usuarios se han quejado por no poder ver sus viejos correos.
Además, están molestos porque con el cambio de plataforma se perdió un filtro antispam (mensajes basura) y un antivirus para el nuevo servicio.
