Combo, todo cambia, cambia, todo combo..., digo cambia... ¿Algo?
Ayer por la mañana en el plenario de la Asamblea Legislativa el tema del "combo energético" no se hizo escuchar, ni como canción de Mercedes Sosa, pero su sombra planeó sobre posibles pactos imposibles con los diputados de Fuerza Democrática. Que directorio compartido, pero sin ellos y sin agenda compartida, nones, dijeron.
... Que me des el sí, no seás malito... No fue la presidenta del triunfo anunciado, Rina Contreras, la sexy de la mañana: los rogaditos de este primero de mayo vuelta a ser todos los diputados de los partidos minoritarios, los votos requeridos por el PUSC para ganar, y por el PLN para lograr algún acercamiento a un directorio compartido. Pero ni por asomo, pese al denodado esfuerzo del nuevo jefe de fracción liberacionista, Alex Sibaja, quien puso las barbas en remojo (se rasuró por completo su frondosa pelambre), paseándose marcial por las curules, tras el voto monolítico, es decir, en bloque, de todos sus correligionarios. A ver, a ver, chiquitos, enseñándome la tarea... y si no, les grito, como regaño a los de Fuerza Democrática...
¿Y no que el voto es secreto? Y el protocolo, por lo visto también (nadie sabe la combinación): al consabido Guido Vargas sin corbata le hacen competencia la ídem de Daniel Gallardo, verde hasta el pescuezo, o las telas del traje de Óscar Campos, con tantos brillos como la calcomanía que le pegó a su curul.
Al Sibajita policial hay que reconocerle que fue el más activo de la sesión de votaciones, y se caminó el plenario casi tanto como Belisario Solano, que no se sabe a santo de qué, porque con él no va la cosa.
Por cierto, ¿cómo interpretar la rápida mirada de costado que le lanzó Wálter Muñoz a Otto Guevara, cuando anunciaron el voto en blanco que le echó a perder a este la posibilidad de integrar el directorio legislativo?
Con su sonrisa de Monna Lisa, Rina vio cómo entre minoritarios andaba el juego. Ella, intocable, salvo por los efusivos abrazos y besos de felicitación que le dispensaron con solidaridad de género diputadas como Alicia Vargas y Sonia Picado. Es la segunda mujer en la historia legislativa del país en ocupar la presidencia del congreso... Si hasta Guillermo Madriz apareció príncipe consorte a darse por felicitado. Ah, la política...
Todo aquí transcurre entre pasillos o tras las puertas de los despachos, o en bisbiseos telefónicos, o a gritos que nadie oye en el plenario...
Los que sí se están quietos de más son los políticos de larga data, como Abel Pacheco salió a saludar y por poco echa a perder una votación: regresó con cara de chiquillo regañado; Villanueva Badilla ¿alguien recuerda el sonido de su voz?; Sonia Picado, distinción muda en negro con medallón dorado; Guillermo Constenla, que prefiere comentar los entretelones por celular con su esposa, la periodista Marjorie Sibaja, metida en el hormiguero de la barra de prensa... Conversábamos con Evelyn Fachler que quizá estos viejos zorros con perdón de nuestra política, ya están de vuelta y media, irremediablemente hartos, o acomodados sin incomodidades a los tejes y manejes, estiras y encoges de la mecánica nacional parlamentaria.