
Como si se tratase de una sesión calcada de otros 2 de mayo, ayer el oficialismo alabó y la oposición censuró el primer informe de gestión del mandatario Óscar Arias.
El análisis en la Asamblea Legislativa se centró en lo bueno y lo malo. Como adobo retórico hubo refranes entre críticas al programa “Avancemos” y al estilo del Gobierno de luchar contra la pobreza.
El libertario Carlos Gutiérrez basó sus “dudas” en lo hecho en favor del millón de pobres del país.
Dijo no entender por qué si la Asamblea no fue “mezquina con el dinero”, el Poder Ejecutivo solo redujo en un 4% los tugurios.
Arias dijo el martes que “apenas empezaba a erradicar tugurios”.
“Esta vez no se puede culpar a los libertarios; hemos sido dóciles con lo que necesita el pueblo, no con el PLN”, aclaró Gutiérrez.
Ana Helena Chacón, del PUSC, dijo estar descontenta con la gestión del IMAS.
“Le dimos más presupuesto y queremos verlo reflejado en mejores condiciones de vida. El IMAS tiene problemas para atender el programa “Avancemos”, indicó.
Alberto Salom, del PAC, criticó el énfasis en la atracción de inversión extranjera directa “como si fuera tabla de salvación” y dijo que los logros macroeconómicos resaltados por Arias “son heredados”.
Jorge Eduardo Sánchez, del PUSC, indicó que el primer año de Gobierno fue “tiempo perdido” y reprobó el empeño por “concentrarse solo en el TLC”.
Fernando Sánchez, del PLN, defendió el informe al calificarlo de “honesto y valiente, porque el Gobierno sí sabe por dónde va”.
Tampoco faltó quien dijera que el discurso fue una “pieza romántica llena de poesía al mejor estilo de Neruda” (aunque en su informe Arias solo haya hecho una referencia literaria a Pedro Henríquez Ureña y no al escritor chileno).
