Ciudad Quesada. La diócesis de Ciudad Quesada asumirá la atención pastoral de las actividades religiosas que se realicen en el santuario de la Virgen de Sarapiquí, en Río Cuarto de Grecia, a partir del 1° de junio.
Así lo anunció el jueves, monseñor Ángel Sancasimiro, obispo de la zona.
El prelado aclaró ayer a La Nación que esta medida no significa un reconocimiento por parte de la Iglesia o que se ratifique que hubo alguna aparición.
“Personalmente, no creo que allí haya habido alguna aparición. Sin embargo, en ese lugar se ha gestado un fenómeno religioso que no puedo negar y que se ha mantenido a lo largo de 12 años. Como pastor tengo que atender a quienes llegan allí con muy buena fe”, dijo Sancasimiro.
Qué significa
¿De qué se trata la directriz de la Iglesia? Significa que allí se oficiarán misas a cargo de sacerdotes de la diócesis y según los lineamientos pastorales de esta.
Además, se formará un comité de laicos para que se encargue de todos los aspectos logísticos del sitio, los cuales incluye la limpieza.
Tampoco se permitirá la venta de signos externos.
“No podemos negar la posibilidad de una intervención extraordinaria de Dios a favor de los hombres, pero aún existiendo esa posibilidad no podemos aceptar fácilmente como verdad que en ese tipo de fenómenos se presenta algo extraordinario”, afirmó con vehemencia el prelado.
Más de una década
Las historias de las apariciones de la Virgen en el santuario se iniciaron hace 14 años, cuando el joven Jorge Arturo Céspedes dijo haberla visto y recibido varios mensajes de ella.
Desde entonces, cada primer día del mes, al mediodía, peregrinos de todas partes del país y hasta del extranjero, se acercan hasta el pequeño santuario construido en medio de una finca, en busca de alimento espiritual.
Céspedes, hoy de 26 años de edad, dijo el año pasado que los primeros encuentros los tuvo en 1990, pero fue en enero de 1993 cuando decidió hacerlas públicas, tal y como se lo solicitó la Virgen en los mensajes que le presentó directamente, según él.