Cada vez que un asegurado interpone un recurso de amparo contra la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) para que le otorguen un medicamento necesario para tratar su enfermedad este proceso tiene un costo en dinero y en tiempo para la institución.
Un análisis del Comité Central de Farmacoeconomía de la institución indicó que el costo de cada petición a la Sala Constitucional tiene un valor de ¢262.809 en dinero y de 1.210 minutos (20 horas) en tiempo.
Por año, se presentan unos 800 recursos de amparo solo por medicamentos. Esto significó en 2024 $405.600 (unos ¢207,68 millones).
Los datos fueron presentados la mañana de este jueves durante la sesión de Junta Directiva de la CCSS, cuando se analizó una nueva forma de negociar los tratamientos médicos en condiciones especiales o casos excepcionales.
Estos amparos corresponden, en su mayoría, a fármacos que están fuera de la Lista Oficial de Medicamentos (LOM) de la CCSS, y constituyen el 3% de lo solicitado en los tratamientos médicos en la institución. En su mayoría corresponden a tratamientos muy caros que se dirigen a condiciones muy específicas como cáncer y enfermedades raras.
Durante 2024, los recursos de amparo asociados a salud representaron el 41% de los asuntos presentados ante los magistrados. Esta cifra incluye no solo los relacionados con medicamentos, también con listas de espera, cirugías y exámenes médicos, entre otros.
Ricardo Pérez Gómez, secretario técnico del Comité, puso un ejemplo: el Nintedanib, un fármaco indicado para la fibrosis pulmonar (condición en la que los pulmones se cicatrizan y engrosan, lo que dificulta la respiración e intercambio de oxígeno).
Entre 2022 y el momento en el que se inscribió en la LOM, la institución recibió 103 recursos de amparo por solo ese medicamento. Solo en recursos de amparo eso significó ¢27,07 millones, más el costo del medicamento, pues la Sala falló a favor de los pacientes.
El dinero se obtuvo según las horas que cuestan los profesionales de los diferentes niveles por los que se pasa una respuesta a un recurso de amparo: el hospital donde es atendido el asegurado, la Dirección Jurídica de la CCSS, la Gerencia Médica y la Dirección de Farmacovigilancia.
Los tiempos se hicieron estimados en lo que se demora la respuesta:
- 110 minutos del personal de secretariado
- 390 minutos de profesionales en Derecho
- 180 minutos de profesionales en Farmacia
- 120 minutos de médicos especialistas
- 245 minutos de médicos evaluadores
- 105 minutos de médicos jefes
- 20 minutos del director del Farmacoepidemiología
- 30 minutos del director médico del hospital
- 10 minutos del gerente médico
“Es tiempo que se podría estar dedicando a otras actividades”, expuso Pérez.

Medicamentos para enfermedades críticas
Esteban Vega de la O, gerente de logística y que anteriormente tuvo cargos relacionados con los comités de Farmacoterapia y Farmacoeconomía de la institución, señaló que en estos casos el tratamiento es decisivo para la evolución de la enfermedad.
“Muchos de estos medicamentos, una gran proporción son de enfermedades hematooncológicas donde puedo perder la ventana donde puede ser efectivos. Debe actuarse rápido para que el paciente no pierda esa ventana de tiempo. Más que un tema económico es un tema social”, precisó.
El análisis arrojó que el tiempo de espera del paciente también es clave:
- Entre que el médico pide el medicamento al comité local de farmacia y la pasa al Comité Central de Farmacia pasan 12 días.
- El Comité Central recibe y lo ve en su sesión ocho días después.
- El Comité Central resuelve en ocho días más.
- Si la respuesta fue no, viene el recurso de amparo.
- El recurso de amparo toma en promedio 44 días en fallar.
- Después de eso pasan 17 días en recibir el medicamento porque debe comprarse.
- Esto suma 89 días, tres meses. Y puede alargarse a 117 días.
Sin embargo, si el fármaco debe importarse o el medicamento no está registrado, esto puede demorar hasta siete meses.
Pérez añadió que si el tiempo pasa la enfermedad puede progresar y las personas interpondrán otros recursos para medicamentos más caros que tal vez no sean tan efectivos.
Para Vega, estos medicamentos sí significan una erogación muy grande para la CCSS, pues tienen costes que podrían superar las decenas miles de dólares por año en un solo paciente. Sin embargo, en muchas ocasiones la Sala falla a favor y de todas formas debe comprarse el fármaco.
Por eso, Pérez presentó una nueva forma de adquisición de los medicamentos para evitar los recursos de amparo y que, en casos en que se demuestre que la persona debe recibirlos, pueda hacerlo.
