El Partido Liberación Nacional (PLN) elegirá su candidato exactamente dentro dos domingos y, por lo que indican las proyecciones de Unimer, José Miguel Corrales puede tener mucha confianza de que será él quien se enfrente al socialcristiano Miguel Angel Rodríguez.
A todos los encuestados se les pidió que respondieran espontáneamente quién desearían que fuera el candidato del PLN en 1998. Al contestar, el 35 por ciento se inclinó por Corrales y el 16 por ciento por Coto, mientras que un 2 por ciento dijo preferir al presidente del PLN Rolando Araya y al exprecandidato Carlos Manuel Castillo.
Pero el 24 por ciento no desea a ninguno de ellos como aspirante, mientras que 17 de cada 100 no respondieron a la pregunta.
Dentro del PLN, el apoyo a Corrales ha crecido en forma significativa. Ante la interrogante ¿por quién votaría si la convención del PLN fuese entre Corrales y Coto?, el 65 por ciento de los liberacionistas dijeron respaldar a Corrales y solo el 21 por ciento a Coto. En ese caso el 10 por ciento no votaría y el 4 por ciento no responde.
En los últimos ocho meses, el dos veces congresista por la provincia de Cartago ha apuntalado considerablemente el apoyo de sus copartidarios, a pesar de las múltiples disputas internas en esa agrupación.
En enero, el 44 por ciento de los socialdemócrata le manifestaba su respaldo y en setiembre del año pasado contaba con el apoyo de 44 de cada 100 verdiblancos.
Aunque Coto ha crecido, el incremento ha sido muy insuficiente como para frenar el impulso de su rival. A Coto, expresidente del Congreso, lo respaldaba en enero el 14 por ciento de los liberacionistas y en setiembre de 1996, el 17 por ciento.
Sin embargo, llama la atención que al enfrentarlo con Miguel Angel Rodríguez, Coto reúna al 30 por ciento de la muestra, contra el 44 por ciento que apoya al socialcristiano.
Partido contra partido
En el PLN, la preocupación no parece ser tanto por quién será el candidato como cuántos partidarios lo elegirán. Esta podría ser la convención abierta más desnutrida en la historia del Partido.
El secretario general de la agrupación, Rolando González, ha calculado que la votación puede llegar a 100.000 ó 150.000 sufragios, mientras que las estimaciones más optimistas auguran unos 250.000.
Pero ese día, el PLN no solo deberá luchar contra la apatía sino también contra la posible lluvia y el partido de futbol entre las selecciones de Costa Rica y Canadá.
En la muestra total de la encuesta de Unimer, el 56 por ciento dijo que no votará en la convención liberacionista, pero 39 de cada 100 sí están dispuestos a sufragar.
De ese grupo, el 69 por ciento podría avalar a Corrales y el 30 por ciento a Coto. Pero si a estas cifras se les aplica el margen de error para la submuestra (4,7 por ciento), se puede proyectar que Corrales vaya a obtener entre el 64,3 y el 73,7 por ciento de los votos mientras que Coto oscilaría entre el 26,3 y el 35,7 por ciento.
Del campo al análisis
El equipo de 20 encuestadores de Unimer se dispersó por todo el país para entrevistar personalmente a 1.221 adultos costarricenses, entre el 25 de abril y el 6 de mayo, con un cuestionario estructurado y codificado, compuesto en su mayoría por preguntas cerradas.
Al mismo tiempo que los datos eran digitados en las computadoras, todos los cuestionarios eran sometidos a una etapa de crítica manual para revisar la lógica de las respuestas y corregir anotaciones defectuosas y a una codificación de las respuestas abiertas.
Por la forma como se integró el grupo de entrevistados, el sondeo tiene un margen de error máximo de 2,8 puntos porcentuales.
La muestra se aplicó, en un 50 por ciento, a hombres e igual porcentaje a mujeres. El 31,6 por ciento de los encuestados residen en el área metropolitana; el 12,3 por ciento, en el resto del Valle Central urbano, y el 20,4 por ciento, en el resto del Valle Central rural, mientras que el 27,4 habita en el resto del país rural, y el 8,3, en el resto del país urbano.
Por edad, el grupo más representativo es el de 30 a 39 años (27,4 por ciento), seguido por el de 50 y más (22 por ciento).
En cuanto al nivel educativo, el grupo con más presencia es el de primaria completa y secundaria incompleta (52,3 por ciento), seguido por el de primaria incompleta o sin estudios (16,8 por ciento). Quienes tienen la secundaria completa suman el 14 por ciento de la muestra, la universidad incompleta el 9,7 por ciento y quienes han completado la universidad son el 7,4 por ciento.
El 39,4 por ciento de los entrevistados es parte de la clase media-media; el 48,32, del nivel bajo y medio bajo, y el 12,5 tiene una posición socioeconómica media alta y alta.