El expatrón de la periodista Ivannia Mora, el uruguayo Eugenio Millot y cuatro colombianos, fueron detenidos por el homicidio de la reportera, ocurrido el 23 de diciembre cerca de Plaza del Sol, en Curridabat, San José.
Millot fue apresado en el Juzgado Penal de Goicoechea a las 7:30 a. m. de ayer cuando se presentó a una diligencia judicial a la que fue citado por la fiscal Zulay Rojas.
Él es el dueño de la revista Estrategia & Negocios en la que la periodista trabajó como directora hasta pocas semanas antes de su muerte. De ahí Ivannia pasó a la dirección de la revista Summa, también especializada en asuntos de negocios.
Ayer, los otros cuatro detenidos fueron apresados en acciones policiales ejecutadas en Santa Ana, Escazú, San José, San Francisco de Dos Ríos y San Antonio de Desamparados a diferentes horas.
Los colombianos son de apellido López, Cerna, Cortés y Nievas. Este último fue el primero en ser detenido el martes anterior en un operativo antidrogas de la Sección de Estupefacientes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Una fuente cercana a las pesquisas dijo que la fiscalía tiene fuertes indicios que indican que se habría pagado a estos cuatro hombres una importante suma por el crimen de la periodista. Se trata de unos ¢10 millones.
El fiscal general de la República, Francisco Dall'Anesse, declaró que a esta altura de la investigación todavía no se tiene claro el móvil del asesinato.
“Supongo que tuvieron motivos muy fuertes para quitarle la vida a la periodista”, dijo en conferencia de prensa.
Una de las hipótesis que tiene mayor peso es que el crimen se habría producido por diversos roces surgidos entre Millot y la reportera semanas antes de su muerte.
Mora, de 33 años, casada y madre de una niña, fue asesinada el martes 23 de diciembre cuando conducía su auto frente a la tienda Yamuni, cerca de Plaza del Sol, a las 8:30 p. m. en medio de un gran congestionamiento.
Dos motociclistas se le acercaron y uno, el acompañante, le disparó a través del vidrio de la ventana del Honda, modelo CRV.
Un testigo clave
Una declaración que un testigo colombiano dio al Ministerio Público –órgano acusador del Estado– ayer en la mañana resultó clave para las aprehensiones.
Este hombre traído desde Colombia el miércoles anterior por el OIJ involucró a Millot y a los otros detenidos, según supo este diario de fuentes judiciales.
El empresario salió de su vivienda, en Rancho Redondo, Goicoechea, ayer a eso de las 7 a. m. en un vehículo BMW azul acompañado por su abogado; iba rumbo al Juzgado Penal.
A las 7:30 a. m., cuando se presentó al despacho, el juez ordenó la detención con base en la declaración del testigo y otros indicios recolectados en las últimas semanas.
A las 12:40 p. m. la vivienda de Millot, ubicada en los condominios La Royal, en Rancho Redondo, fue inspeccionada por un grupo de fiscales y agentes del OIJ.
La diligencia se prolongó durante casi cuatro horas y estuvo dirigida por el propio fiscal Dall'Anese, quien al salir de la casa, a las 4:40 p. m., dijo: “Ha sido un operativo exitoso”.
Millot había sido detenido por primera vez en relación con el crimen de Mora el 25 de diciembre pasado cuando se disponía a abordar un vuelo hacia su país.
En ese momento, se le impusieron tres meses de prisión preventiva, pero el 12 de enero se le dejó en libertad tras el pago de una fianza de ¢3 millones.
Desde entonces cumplía con la disposición de firmar cada 15 días en el juzgado.
Su abogado, Bernal Ríos, dijo anoche a algunos medios de prensa que no cree que los nuevos elementos que dice tener la fiscalía hagan variar las medida cautelar.
“Él (Millot) ha demostrado que no pretende fugarse; siempre ha venido a firmar al juzgado y por eso no creo que el juez ordene nuevamente la prisión preventiva en su contra”.
Otros escenarios
Un colombiano de apellido López, quien labora como chofer en una empresa de autobuses de San Antonio de Escazú, fue el segundo detenido en el día.
Se le apresó a las 10 a. m. cuando conducía un autobús por el centro de San Rafael de Escazú.
Posteriormente, le tocó el turno a Cortés, arrestado en una empresa en en Calle Blancos de Goicoechea en la que venía laborando desde hace varias semanas. Luego la policía lo trasladó a su casa en San Antonio de Desamparados la cual fue revisada.
Según dijo Dall'Anese, estos cuatro hombres no registran antecedentes en Costa Rica.
Lyllian Rodríguez Madrigal, la madre de Ivannia, se mostró anoche satisfecha con las detenciones por la muerte de su hija.
“Nuestra familia tiene plena confianza en las leyes”, expresó.
Colaboró Yazmín Montoya, de La Nación.