
Por falta de tiempo, por facilidad o por contar con un aliado para resolver tareas cotidianas o educativas, es posible que a usted le parezca una buena idea preguntar a algún chatbot para hallar una respuesta que usted mismo podría conseguir de otro modo.
Con seguridad no es la única persona. Sin embargo, estas prácticas en las que se acude a la inteligencia artificial (IA) para tener respuestas inmediatas sin mucho más esfuerzo que escribirle un propmt (instrucción o pregunta), podría tener efectos.
Una investigación del Massachusetts Institute of Technology (MIT) Media Lab, publicada en junio, reveló cómo el uso de herramientas de IA como ChatGPT, Gemini, entre otras, podría causar problemas en el pensamiento crítico e incluso afectar el aprendizaje, sobre todo, en jóvenes.
En el estudio participaron personas residentes de Boston, Estados Unidos, entre los 18 y los 39 años, las cuales se dividieron en tres grupos. Todos debían escribir un ensayo en 20 minutos utilizando métodos distintos: unos se apoyaron en ChatGPT, otros en Google y los últimos solamente contaban con sus propias capacidades y conocimientos.
La actividad cerebral de los participantes fue registrada y los resultados fueron reveladores.
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Las personas que usaron ChatGPT tenían menor actividad cerebral y su rendimiento fue notablemente inferior a nivel “neuronal, lingüístico y conductual”. Los trabajos que entregaron carecían de pensamiento crítico y eran repetitivos entre sí.
Aunque el estudio fue pequeño, la autora Nataliya Kosmyna decidió hacerlo público para exponer sobre lo que considera es una problemática que puede afectar a los niños y niñas.
Kosmyna explicó a la revista Time que publicó el estudio sin ser revisado porque temía que en dado momento algún gobierno decida hacer un kínder con ChatGPT.
En el caso de quienes usaron Google presentaron mayor actividad cerebral, mientras que las personas que no tenían herramientas y solo contaban consigo mismos, presentaron una conectividad cerebral superior, además de más creatividad y memoria.
Retos para el futuro
Un artículo de opinión en el medio neoyorquino, Wall Street Journal, en el que participaron diferentes estudiantes, puso sobre la mesa la pregunta de si la IA está convirtiendo los cerebros en papilla.
Jessica Liu, estudiante de Matemáticas Aplicadas en la Universidad de Harvard, hizo la analogía de que ChatGPT para un estudiante universitario es como una calculadora para un niño de 6 años haciendo sus deberes de aritmética.
“Los estudiantes que usan IA no practicarán lo suficiente para formar argumentos y conexiones por su cuenta (...).
“Pero al sacrificar la lucha por la gratificación instantánea, los estudiantes que usan IA, especialmente los niños pequeños en una etapa crítica de desarrollo, serán más propensos a tener dificultades más adelante cuando se enfrenten a preguntas que requieran un pensamiento más complejo o no convencional”, consideró.
¿Estamos perdiendo habilidades por consultarle casi todo a la IA?
El psicólogo social e investigador de la Universidad de Costa Rica (UCR), Rolando Pérez Sánchez, comentó que hasta ahora no se conocen estudios (que incluyan más de una investigación) relacionados con si preguntarle a la IA hasta la respuesta más sencilla, esté afectando las habilidades de los adultos.
“Eso pasaba como con la calculadora. Muchos profesionales decían: ‘no usen la calculadora’, hagamos las sumas con papel, aprendamos las reglas de multiplicar para después usar la calculadora. Creo que en algún momento alguien discutía que la calculadora podría hacer que las personas dejaran de pensar matemáticamente. Creo que en este momento ya nadie sostendría eso”, afirmó.
