Pitazos, vueltas en vano, un choque y hasta un recurso de amparo acompañaron los cambios viales realizados ayer en las rotondas de Betania y La Bandera, Barrio Dent y La Paulina. Allí se cerraron varios accesos y se habilitaron otros para descongestionar el tránsito.
Pero ello no impidió que las presas continuaran y hasta fueran más largas que de costumbre. En la rotonda de Betania se presentó el principal problema.
Al cerrarse el acceso a ese paso por la vía que le da la vuelta a la Universidad de Costa Rica (UCR), los vehículos de transporte público y particular debieron salir por la calle que desemboca en la farmacia La Paulina.
En esa salida los esperaba un nuevo semáforo. Sin embargo, sus colores cambiaban mientras los conductores permanecían estáticos porque daban de frente a la calle entre Sabanilla y San José y, como eran muchos los autos, el movimiento era lento.
El resultado de ello fue dos presas. Por ese motivo se contemplaba la posibilidad de darle más tiempo a la luz verde.
"Hay mucho desconocimiento de los cambios. Además, hay rutas alternas. Por ejemplo, quienes vienen de Guadalupe deben seguir por el nuevo paso e ingresar a Sabanilla por Betania o más adelante", sugirió Hadda Muñoz, directora de Ingeniería de Tránsito del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT).
El paso por las diferentes entradas de la UCR (por las facultades de Farmacia, Derecho y Letras) también se reguló en las horas pico.
Otro semáforo con problemas fue el de la rotonda La Bandera: ni siquiera estaba instalado por atrasos de la empresa contratista y en su lugar se ubicó un oficial. La idea era instalar el semáforo en el acceso sur.
También se abrió un tercer carril y en cuanto a las entradas a barrio Dent, no hubo mayores inconvenientes.
Solución a medias
"Antes la situación no era tan grave. Ahora hay que meterse al barrio, salir a la presa de la rotonda Betania y volver a la de La Bandera", comentó Rodolfo Hernández, residente del barrio Harvard.
Al respecto, varios vecinos presentaron un recurso de amparo contra el Mopt por dirigir el tránsito hacia una zona residencial y ofrecer una calle angosta a gran cantidad de vehículos. Según el documento, en 1996 se prohibió el transporte pesado y se colocaron reductores de velocidad en ese sitio y, con los recientes cambios viales, se violan esas normas.
"La vida útil de estas medidas es muy reducida. La meta es mitigar el congestionamiento, no podemos eliminarlo hasta tanto no se construya nueva infraestructura", señaló Muñoz.
Los planes son iniciar en febrero de 1999 la ampliación de la calle hacia el monumento a La Bandera, y variar el tránsito ahí y en la rotonda de Guadalupe por pasos elevados y regulados con semáforos. En el Ministerio prefirieron no referirse al recurso porque lo desconocían.